Seis meses de prisión. Ésta es la condena que aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo el delincuente vigués que en agosto del pasado año se puso a disparar con una escopeta de balines junto a un parque infantil de Rivera Atienza, en el barrio de O Calvario. Tras su arresto por estos hechos ingresó en el centro penitenciario de A Lama, pero posteriormente quedó en libertad. La pena de cárcel le fue suspendida por tres años condicionado a que no vuelva a delinquir en todo ese período. La Fiscalía le acusaba de delitos de amenazas y lesiones.

Ocurrió la noche del 22 de agosto de 2019. El hombre irrumpió en ese lugar donde hay un parque infantil y una amplia zona verde. Lo hizo con una escopeta de balines y dos cuchillos que llevaba en la mano. En aquel momento, dado el calor que hacía aquel día, había allí niños jugando y una veintena de adultos. Según refiere el Ministerio Fiscal en su escrito, el acusado empezó a proferir exclamaciones dirigidas a los allí presentes, diciéndoles que "los iba a matar a todos". "Ante el miedo que originó en los menores que allí jugaban y en sus padres situados en las inmediaciones, éstos se acercaron a recoger a los pequeños", prosigue la acusación pública. En ese momento el ya condenado se encaró con uno de los padres y le disparó en varias ocasiones, llegando a alcanzarle con uno de los proyectiles. El perdigón le dio en el antebrazo, en la zona del bíceps, dejándole orificios de entrada y salida, y lo lesionó también en el costado.

Tras herir a este vecino, el acusado, que tenía 14 antecedentes policiales, se escapó y un grupo de adultos de los que estaba en el parque lo siguieron. En esa persecución, el delincuente iba exhibiendo las armas que llevaba. Finalmente fue detenido por la Policía Nacional en Martínez Garrido, a la altura de la Escuela de Idiomas.