Catarros, gastroenteritis, fiebre, gripe... Los niños padecen varias de estas enfermedades e infecciones a lo largo del curso escolar, especialmente los de menor edad. Su virulencia muchas veces resulta tan leve que no es necesario que dejen de acudir al colegio. Y otras veces, por prevención, es preferible no asistir a clase para no contagiar a los demás compañeros. Esta es la situación que se dibuja en varios centros educativos de la ciudad, que vieron como en las últimas semanas, sus aulas y pupitres permanecían vacíos mientras sus ocupantes se recuperaban en sus casas.
El periodo estacional favorece la proliferación de infecciones respiratorias, especialmente en niños de corta edad -con mayor incidencia en bebés o lactantes- al contar con un sistema inmunitario más débil o menos desarrollado. Entre las más habituales o aquellas de las que se ha denotado un repunte destacan la bronquiolitis, la tradicional gripe y los enterovirus (que puede derivar en el síndrome pie-mano-boca), rotavirus (provoca gastroenteritis o infección intestinal)y parvovirus B19 (conocido como enfermedad de la bofetada). A este respecto, el jefe del Servicio de Pediatría del Chuvi, José Ramón Ferrnández Lorenzo, incide no tanto en un aumento de casos o afectación sino en un mayor diagnóstico. "Anteriormente, ante una sintomatología febril o catarral sabíamos que se trataba de algo vírico pero no podíamos ponerle apellido. Desde hace varios años, el servicio de Microbiología ya identifica a estos virus gracias a la técnica PCR, que permite la detección de múltiples agentes patógenos. Sería como recoger una muestra de sangre y en 1 o 2 horas permite generar un diagnóstico muy rápido. Antes había que hacer diferentes cultivos para ponerle nombre al virus", apunta Lorenzo.
De la "bofetada" al "pie-mano-boca"
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Buena parte de estas infecciones no generan una alarma en los profesionales médicos, especialmente la que se ha extendido con más fuerza desde navidades: el parvovirus o enfermedad de la bofetada. Se le conoce con este sobrenombre por las exantemas o erupciones rojizas en la zona de la mejilla o tronco superior. "El pasado domingo sí tuvimos varios casos en Urgencias, pero tampoco se puede decir que estén en aumento ya que estas enfermedades al igual que otras como los echovirus son muy cíclicos", destaca el jefe del servicio del Álvaro Cunqueiro.
El pediatra Alfonso Amado también resalta la levedad de dicha patología así como del síndrome boca-mano-pie, con una sintomatología muy similar a la anterior. "Son infecciones asintomáticas y muchas veces los niños ni se enteran que las han tenido. Se ven porque se le ponen las mejillas rojas. No nos genera mucha inquietud porque una vez que aparecen las manchas ya no contagia. El parvovirus suele dar fiebre, se contagia por vía respiratoria y suele remitir en pocos días. El síndrome pie-mano-boca pude dar fiebre o no y también manifestarse a través de manchitas. A veces da un poco más la lata si aparecen heridas o aftas en la boca, pero una vez que aparece a la vista ya no es contagioso. El periodo de incubación es de 3 a 6 días. Como son dos enfermedades que se ven, parecen más llamativas, pero no son alarmantes", amplía el facultativo.
La ausencia de tomas o falta de apetitio y la diarrea son otras de las consecuencias más habituales de los enterovirus, que este año obligaron a ingresar a 30 niños. "La mayoría de estas patologías no genera ninguna problemática y su tratamiento es sintomático, es decir, pasarlo", asiente Lorenzo, quien, por la contra, sí aprecia una tendencia de estos virus en niños cada vez más pequeños. "Este último año sí hemos visto más cuadros víricos en niños de menor edad, incluso de menos de un mes o de 8 días como hace poco", resalta. ¿Las causas? Una mayor exposición del infante a áreas de juego o incluso la sobreexposición a personas adultas que estén incubando alguna de estas enfermedades respiratorias.
Y es que aunque la mayoría no generen graves consecuencias, la tradicional gripe o la bronquiolitis, causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), sí pueden derivar en complicaciones para el menor. Precisamente, durante la primera semana de diciembre, el Cunqueiro padeció una oleada de bronquiolitis afectando a centenares de niños en el área de Vigo. "A día de hoy están 9 menores ingresados", precisa el pediatra del Chuvi. "Nos preocupa mucho y se extiende en las guarderías de manera muy rápida siendo motivo de exclusión porque las bronquiolitis en niños menores de 1 año pueden ser graves. Un niño de menos de tres meses va a tener que ingresar en la UCI y uno menor de seis lo va a pasar mal también", sostiene Amado. "La gripe también nos preocupa mucho, porque conlleva fiebre alta y otras complicaciones. Son como menos aparentes porque no hay manchas y los síntomas suelen ser fiebre, mocos?", aprecia este pediatra.
El doctor Lorenzo considera conveniente que ante estas patologías, el menor no acuda al centro escolar. "Ante procesos febriles o actividad viral no es conveniente. Porque con las manos o con la saliva o la tos, y en espacios tan cerrados, se propaga o contagia más", concluye el jefe de servicio.
Alfonso Amado - Pediatra
"La bronquiolitis o la gripe sí nos preocupan porque en niños muy pequeños suelen derivar en ingresos "
J. Ramón Lorenzo - Cargo jefe de pediatría-Chuvi
"Ante procesos febriles o actividad viral, es conveniente que no acudan a colegios o guarderías"
