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La inversión privada impulsa el "nuevo" Casco Vello

La demanda de vivienda y pisos turísticos atrae a promotores -El colectivo señala la dificultad para comprar edificios por la división de las propiedades

Recreación del bloque que se reformará entre E. Chao y S. Vicente.

Poco tiene que ver el Navia de inicios de 2020 con el barrio de hace década y media. Poco se parece también el Teis de hoy con el de hace veinte años. Y muy poco, prácticamente nada, se asemejan el Casco Vello de ahora con el que conocían sus vecinos en 2005, cuando se constituyó un consorcio público -por entonces conformado por Zona Franca, Xunta y Concello- para impulsar su recuperación. Desde entonces se han rehabilitado calles y edificios, se ha impulsado su tejido hostelero y comercial, reconvertido en una de las zonas más atractivas para el turismo y también hogar de instituciones.

En ese proceso de regeneración de todo un barrio -aún en marcha-, las administraciones públicas han desempeñado un papel clave. A su impulso y al de los vecinos, hosteleros y comerciantes del barrio se suma, cada vez con más decisión, el del sector privado.

La demanda de vivienda en Vigo tras años con el urbanismo de buena parte de la ciudad bloqueado por la anulación del PXOM de 2008 y el creciente interés en los pisos turísticos ha hecho que los promotores privados centren su atención en el Casco Vello. Aun cuando, como explica Javier Garrido, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin), operar en el barrio más antiguo de la ciudad no siempre resulta sencillo.

"La situación del Casco Vello es complicada", comenta el portavoz del sector antes de aportar dos claves: primera, el tamaño reducido de los inmuebles, donde habitualmente solo se puede habilitar un número limitado de apartamentos; segunda, lo farragoso que en ocasiones resulta tratar con los dueños. No es extraño que la propiedad esté fragmentada entre particulares a los que deben localizar las propias inmobiliarias.

"Comprar resulta difícil y, una vez compras, las licencias también son complicadas", comparte Pablo Conde Barreras, arquitecto y empresario. Su experiencia en Anfitriona, firma dedicada a la gestión de alquileres turísticos, le lleva además a apuntar el interés del barrio histórico para acoger a visitantes que recalan en Vigo para pasar sus vacaciones. "El alquiler turístico funciona muy bien y el Casco Vello es un sitio maravilloso, muy adecuado", comenta.

El "cóctel" de demanda de vivienda y tirón turístico explica la apuesta de las inmobiliarias por la zona histórica de Vigo. A día de hoy, a lo largo y ancho del barrio se reparten al menos una docena de actuaciones que afrontan diferentes fases -desde la tramitación urbanística al inicio de la comercialización-, pero con un denominador común: están impulsadas por el capital privado, por empresas o particulares, en la mayor parte de las ocasiones para convertirlas en apartamentos.

Un impulso que refuerza al del propio Consorcio del Casco Vello, que según detalla en su web está ejecutando ahora tres proyectos: seis viviendas en Elduayen nº 31, dos en Praza do Berbés nº 41 y otro par en el número 16 de Abeleira Menéndez.

Uno de los proyectos más recientes del sector privado es la rehabilitación de un bloque de 11 viviendas que se ubicará entre el número 6 de la calle San Vicente y el 9 de Eduardo Chao. El complejo dispondrá además de dos locales comerciales y trastero, sumará 1.073 m2 y una inversión de 471.720 euros. La iniciativa había logrado licencia ya en 2010, pero tras un cambio de titularidad y una reforma del planteamiento original recibe ahora luz verde de Urbanismo.

El mapa de actuaciones en el Casco Vello se completa con el proyecto para la antigua Cerería San José, situada en Praza da Constitución. Según los datos facilitados por el Concello en noviembre, el presupuesto de la reforma superará los 150.000 euro.

No muy lejos de allí los operarios trabajan en una de las iniciativas más ambiciosas abanderadas por capital privado: la rehabilitación del antiguo Pazo de Marqués de Valladares. En 2017 la empresa que se había hecho con la propiedad avanzaba que destinaría el inmueble a uso sociocultural y recreativo con aparcamiento. La inversión ascendía a 1,6 millones.A solo unos pasos también, en la calle Sombrereiros, una parcela despertaba hace años el interés para destinarla a vivienda. En 2018 Urbanismo daba luz verde a un proyecto por 141.000 euros.

En diciembre, Urbanismo respondía de forma favorable a la consulta de una empresa que había sometido a su estudio un proyecto de rehabilitación para agregar las construcciones nº 1 de Argüelles y 7 de Elduayen. El listado se completa con actuaciones en San Bernardo, Plaza Pescadores, Cesteiros y Poboadores. La actuación más ambiciosa alentada por capital privado apuesta sin embargo por la vivienda nueva: el Barrio do Cura, donde se proyectan 400 con una inversión que ronda los 130 millones.

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