Después de 50 días, el alumbrado de la Navidad de Vigo dejó de brillar. Los 10 millones de luces led que situaron a la ciudad en el centro del mapa festivo desde el pasado 23 de noviembre se apagaron pocos minutos después de las 20.20 horas. El árbol gigante fue el primer atractivo que dejó de estar iluminado; le siguieron la bola, la caja de regalo, los 2.700 arcos luminosos y los 465 abetos relucientes, que ya no deslumbrarán hasta dentro de unos meses: cuando se vuelva a prender la mecha del espíritu navideño, previsiblemente, el cuarto fin de semana del penúltimo mes del año, aunque el alcalde, Abel Caballero, no cierra la puerta a adelantar todavía más el momento.

Tony Lomba y Elio dos Santos se encargaron de ambientar musicalmente el último evento de la Navidad 2019-2020. Sobre el escenario, instalado a los pies del árbol gigante de Porta do Sol, los dos artistas hicieron bailar a los miles de asistentes y, con su característica forma de entender la relación con el público, les sacaron varias carcajadas con su repertorio de temas irónicos y "majaderos", como ellos mismos definieron, con referencias al regidor olívico, a la ciudad y a la política. Tras el concierto, más música. Los ledes del árbol gigante de la plaza del Sireno danzaron al ritmo de Happy Xmas, de John Lennon; y de Promentory, el himno de la película El último mohicano.

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Así despidió Vigo su Navidad de récord

Las melodías dieron paso a una intervención del alcalde en la que puso en valor la repercusión de la Navidad de Vigo, de la que se habló "en todo el mundo". "Cuando venía para aquí, una señora le dijo a mi mujer que me iba a raptar para que no apagara las luces. ¿Y si no las apagamos?, bromeó el mandatario local, que, en inglés, invitó a su homólogo de Nueva York a venir a disfrutar de estas fiestas: "Tarde o temprano, vendrá". Seguidamente, destacó que, con el adiós a la Navidad, no se acaban las celebraciones en la urbe: "Enseguida, llegan Carnaval, la Reconquista, las fiestas de la ciudad, y los conciertos de Castrelos y del Mar de Vigo", apostilló.

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Tony Lomba y Elio Santos le hacen un guiño a Caballero antes del apagado navideño

Tony Lomba y Elio Santos le hacen un guiño a Caballero antes del apagado navideño

El propio Caballero se encargó de ordenar el ocaso de las luces tras una cuenta atrás de 10 segundos. Un "oh" al unísono seguido de un fuerte aplauso de los miles de personas -unas 25.000, según estimaciones de la Policía Local- que se acercaron hasta el epicentro de la urbe puso el punto final a casi dos meses en los que la ciudad olívica se consolidó como el destino nacional de moda para disfrutar de la última época del año. La hostelería aplaudió la repercusión del efecto navideño: una tasa media de ocupación superior al 70% en el puente de Reyes y en el global del mes de diciembre, con llenos en la mayor parte de los fines de semana, dibujó una sonrisa inédita en el sector; también el gremio de la restauración fue testigo de cifras de récord: encontrar mesa para cenar se convirtió en misión imposible en un elevado número de locales, incluso hubo establecimientos que agotaron existencias y llegaron a triplicar la facturación. El comercio del centro también se vio beneficiado por la multitud de visitantes y vigueses que eligieron la primera metrópolis de Galicia en sus días libres: más de tres millones de personas, según afirmó el regidor.

Ya forman parte del retrato de esta Navidad histórica los eventos multitudinarios que justificaron que Vigo fuese bautizada popularmente como la ciudad de las luces. El encendido del alumbrado fue el primer gran momento: unas 170.000 personas -según estimaciones del Concello- llenaron Porta do Sol y las calles del entorno para presenciar el inicio de las fiestas. Pocos días después, la noria gigante de la Alameda, la atracción estrella, comenzó a girar. Luego, llegaron la nieve a los jardines de la plaza de Compostela, el tradicional flashmob y la Papanoelada motera, que tiñó de rojo las carreteras de la metrópolis. Y, para dar la bienvenida al año, los Reyes Magos fueron recibidos por más de 200.000 curiosos en la cabalgata más larga y popular. Con la resaca lumínica en la memoria, comienza la cuenta atrás para el estreno de la iluminación navideña de este año. "Preparaos, volverá a haber grandes sorpresas", advirtió Abel Caballero.