Dentro del vuelco récord que la ciudad espera imprimir a sus servicios básicos esenciales, como el transporte urbano, el alumbrado público o la recogida de residuos, el agua está en lo alto de la lista. El alcalde comunicó ayer que el Concello no prorrogará el contrato con la empresa que gestiona actualmente el servicio y explicó la composición de un comité técnico, formado por expertos de diferentes servicios, a los que se le encargará el diseño de los nuevos pliegos de licitación. "Diría que el servicio del agua es muy bueno, pero no hay que plantearse límites", subrayó Abel Caballero.

Como reveló FARO recientemente, algunas de las trazas que marcarán el nuevo contrato pasan por una fuerte inversión en infraestructuras. En abastecimiento el Concello se propone incluir, "de modo orientativo", varios programas de mejora. Uno de ellos hace referencia a la estación potabilizadora (ETAP) de Casal -protagonista de disputa política cuando acechó la sequía-, pero se amplía a las mejoras en la conducción, en los depósitos de almacenamiento, o en la reducción de pérdidas y la eliminación total del fibrocemento presente en la red.

En el apartado de saneamiento se contempla ampliar la red separativa de pluviales, actuaciones para renovar la red de bomberos y reducción de las filtraciones, o una mejora de la depuradora (EDAR) ubicada en el barrio de Teis.

Como paso previo a la nueva concesión el gobierno local abrirá un trámite de consulta pública de 20 días para abrir la participación del nuevo reglamento del servicio municipal.