Vigo fue uno de los destinos más aclamados por los turistas durante este puente de la Constitución. Más de medio millón de personas recorrieron las calles más céntricas de la urbe para poder observar el alumbrado y hacerse fotos con los símbolos de la Navidad viguesa como son el árbol de Porta do Sol, la bola de Urzáiz, el muñeco de nieve de Rosalía de Castro, el regalo de Gran Vía o la noria de la Plaza de Compostela. El "llenazo" que experimentaron los hoteles, pisos turísticos y los aparcamientos se trasladó al sector de la hostelería, donde superaron, en algunos casos, en un 150% los datos del año pasado.

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La cola de la noria de la Navidad de Vigo abarrota Colón

"Ayer tuvimos que cerrar por la noche porque nos quedamos sin mercancía", declaró el regente del restaurante O Portón. "Con la de gente que tuvimos que rechazar al no poder abrir en la cena se podría llenar el Hotel Bahía", añadió. Las luces reactivaron el sector tras dos meses "flojos"de clientes. "Las luces nos vienen muy bien a todos", apuntó una de las trabajadoras de A Retranca. "La gente no sabía dónde meterse, fue mejor que cualquier día de agosto", puntualizaron desde Casa Vella. Un fenómeno que ocurrió este año fue el de completar el aforo de los restaurantes también a la hora de comer. "Hubo mucha gente al mediodía algo que no era muy común en temporadas pasadas", destacaron responsables de A Retranca.

Los datos de O Marisquiño se superaron entre el viernes y el sábado, siendo el domingo el día con menos carga de trabajo de todo el puente. "El tipo de visitantes que acuden en Navidad y los de agosto son distintos porque viene más gente joven y ahora, familias con mayor poder adquisitivo", comentó el gerente de Casa Vella. "Afrontamos O Marisquiño con más personal que durante la época navideña, pero el número de clientes durante este puente fue mayor que el del año pasado", puntualizaron desde O Portón.

A pesar de la insistente lluvia, los visitantes viajaron desde diversas partes del territorio nacional expresamente para ver "las luces de Vigo. Los turistas no dejaron de llegar hasta el domingo por la mañana, llenándose de nuevo los restaurantes a la hora de comer. "Vinimos desde Asturias para ver el alumbrado y en estos tres días hubo mucha gente y algo de mal de tiempo, pero repetiríamos la experiencia", afirmaron los asturianos Sonia y José Luis, acompañados de su familia.

Debido al cartel de completo que colgaron los alojamientos en la urbe olívica y a los elevados precios que estos alcanzaron, muchos transeúntes pernoctaron en localidades aledañas desde el viernes. Hospedados en Ponteareas y recién llegados de Gijón, Fina y su familia se sorprendieron por la "belleza" de la ornamentación navideña y aseguraron que el año que viene "si acompaña la salud" volverían.

Aprovechando la cercanía de sus principales destinos durante el puente, algunos se desplazaron ayer hasta Vigo antes de regresar el viaje de vuelta a sus lugares de origen. "Venimos de Cantabria, pero estuvimos de viaje en Oporto y nos acercamos para ver el alumbrado y nos gusta mucho la ciudad y cómo está decorado", comentaron Antonio y Rocío en el photocall del mercado de A Pedra. "Viajamos de Madrid hasta Ourense para conocerla e ir a las Termas, a Vigo nos acercamos para que los niños vieran las luces", detallaron Raúl y Blanca junto a sus hijos.

El resto del mes de diciembre se estima que la afluencia sea alta, aunque sin superar las cifras "apoteósicas" alcanzadas durante este puente de la Constitución. En algunos locales del centro, destinados a la hostelería, ya se realizaron reservas para cenas de grupos, tanto de empresa como de familiares y amigos.