El cambio de piel de la icónica factoría de La Metalúrgica en García Barbón ya entona la coda final. El pasado 3 de diciembre finalizaron las obras de la nueva sede de la Dirección Provincial de la Tesorería de la Seguridad Social, catorce años después de que se efectuara la compra de los terrenos y casi cuatro desde que arrancaran los trabajos. Sin embargo, esta vez se cumplieron los plazos. En septiembre el Ministerio de Trabajo reconoció que diversas incidencias relacionadas con el suministro de los materiales había obligado a postergar el remate del proyecto a final de año, como así ha ocurrido. Si el calendario y los planes se mantienen invariables, en verano de 2020 tendrá lugar el traslado de las nuevas dependencias, que afectará a una plantilla de 210 de trabajadores adscritos a la Dirección, las unidades de Recaudación Ejecutiva, la Intervención Delegada Territorial, el Servicio de Prevención Mancomunado, el Servicio Jurídico y un Centro de Información.

Desde el departamento dirigido en funciones por Magdalena Valerio explican que la obra "se encuentra en fase de ser recibida". El pasado día 4, jueves, la administración comunicó a la empresa y a la Oficina Técnica y de Supervisión de Proyectos "la designación de un Interventor y su asesor para asistir a la citada recepción". Cuando esto se haya formalizado "de conformidad", se darán de alta los servicios (agua, luz....) y se tramitarán las licencias de primera ocupación y actividad ante el Concello, así como los permisos para el acceso de vehículos a los garajes, precisan las mismas fuentes. La inversión final en la sede 14.037.771,65 euros, dos millones más que la adjudicación firmada en un primero momento con la UTE de Provecon y Joente, y a la que habrá que sumar después el coste de la certificación final de la obra, toda vez que las obras sean debidamente entregadas.

Con ello se pondrá la guinda a una particular odisea de planes, retrasos, licencias municipales al borde de caducar, recursos empresariales y ejecuciones a medio gas, precisamente en una de las grandes inversiones del Estado planificadas en la ciudad en los últimos años. En 2005 la Seguridad Social pagó 10,8 millones de euros a la Gerencia de Equipamientos e Infraestructuras de la Seguridad del Estado (GIESE) lo que hasta entonces eran cocheras de la Policía -y antes, de los bomberos-. Diez años después, en 2015, el Gobierno anunció la licitación de las obras por 20 millones de euros, un proceso al que se presentaron más de medio centenar de empresas, con rebajas en el coste de hasta el 50%. Ya en 2016 arrancaron las obras en el 70-72 de García Barbón, pero nueve meses más tarde avanzaban con zapatos de plomo: solo se había ejecutado el 4%.

La Tesorería ocupará unos 13.000 metros cuadrados, distribuidos en dos sótanos y dos bloques en altura -uno de seis alturas hacia Serafín Avendaño y otro de cuatro hacia García Barbón-. En el frontal se conservará la fachada singular de la vieja fábrica de hojalatas, encargada al ingeniero José Barreras Massó y ampliada en 1917 por Jeano de la Fuente y en 1938 por Francisco Castro. El solar adyacente, tal y como informó este diario en septiembre, se quedó fuera de la ordenación provisional urbanística por mandato de la Xunta, pese a que el Concello sí la quiso incorporar.

Con la Tesorería a punto de cortar la cinta inaugural, la Seguridad Social reubicará servicios en sus otros locales. En principio sus instalaciones se destinará a las entidades gestoras (INSS e ISM) o al Servicio Común, puntualizan desde el Ministerio., aunque no se descarta utilizarlas "como mejor convenga" a sus intereses patrimoniales.