El presidente del Náutico de Vigo, Rafael Tapias Presa, falleció ayer, a los 79 años, después de que su salud se resintiese en las últimas semanas. Tapias llevaba las riendas de la sociedad de As Avenidas desde 2017, cuando recogió el relevo de Justo González Ballesta. Antes ya había ejercido como responsable de las finanzas del club, que asumió en un momento especialmente delicado, con el reto de asentar el proceso de recuperación iniciado durante la etapa anterior, bajo la presidencia de Viviana García. Durante el tiempo que se mantuvo al frente del Náutico ayudó a la mejora de sus cuentas, hasta el punto de que el club tenía previsto celebrar de forma inminente la junta de acreedores con el fin de salir de la situación concursal en la que lleva años inmerso.

Tapias accedió a la directiva del Náutico en la primavera de 2016 como parte del equipo conformado por Justo González Ballesta. Poco después la junta decidía solicitar el preconcurso de acreedores para renegociar una deuda que lastraba sus cuentas e impedía su despegue. Poco antes el equipo rector, encabezado por Viviana García, ya se había acogido al preconcurso con el mismo objetivo: lidiar con una mora que, en total, se situaba por entonces en 5,1 millones de euros, sumadas la obligación contraída con la propia Sociedad Anónima (S.A.) de Los Abetos. En otoño los responsables de la entidad volvían a dar un nuevo paso al anunciar la entrada en concurso. Desde entonces la sociedad ha peleado por equilibrar sus cuentas para despejar su futuro, tarea en la que Tapias jugó un papel crucial.

Apenas un año después de acceder al cargo, en junio de 2017, Ballesta anunciaba su decisión de abandonar la presidencia por razones personas, lo que llevó a Tapias a dar un paso al frente y asumir las riendas de la entidad. En el cargo se ha mantenido hasta la actualidad. Gracias a la gestión realizada por la directiva -Tapias ejercía la presidencia con Antonio Portela como vicepresidente- la entidad ha logrado equilibrar sus cuentas. En 2018, de hecho, consiguió cerrar el ejercicio con un resultado positivo: un superávit de 80.000 euros. Durante los últimos años también ha apostado por invertir para la mejora de las instalaciones y la progresiva ampliación del puerto deportivo, pieza clave en sus cuentas. En su gestión Tapias se beneficiaba de su dilatada experiencia empresarial en el sector del plástico.

La mejora de las finanzas de la entidad llevó a la directiva a solicitar al juez a principios de verano la celebración de la junta de acreedores. La cita estaba prevista para finales de octubre, pero se pospuso con el objetivo de convocarla antes de que terminase 2020.

La salud de Tapias, quien padecía problemas respiratorios, se agravó en las últimas semanas, durante las que fue sometido a una intervención quirúrgica y permaneció ingresado en el hospital. El velatorio se celebra hoy en Emorvisa.