El caso que libera a esta vecina de Vigo de pagar 16.900 euros al fondo buitre no es excepcional. Aunque en numerosas ocasiones son estas sociedades las que consiguen que se estimen sus reclamaciones, muchos afectados también están logrando ganar el pulso judicial. El abanico de motivos es amplio. Un ejemplo es el de un vigués al que una sociedad irlandesa le reclamaba 2.600 euros. La jueza no solo desestimó la demanda, sino que condenó a la entidad a restituir 930 euros al ciudadano por los altos intereses aplicados en el contrato original, de carácter "usurario".

Otra vía es ejercer el denominado derecho de retracto. Y aquí también hay bastantes sentencias favorables a los ciudadanos. Lo que en definitiva suponen esos fallos es que el deudor puede saldar el impago abonando al fondo buitre el mismo irrisorio precio que éste pagó al banco cuando se hizo con el crédito. Un caso real: el de un hombre cuya deuda original era de 16.300 euros y que acabó pagando apenas 670.