La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya estudia la compra del hospital Povisa por parte del grupo valenciano Ribera Salud. El trámite del regulador es el paso necesario antes de formalizar el cambio de manos en el mayor centro sanitario privado de Galicia, que se encarga de prestar asistencia a 139.000 cartillas del Sergas en Vigo, Val Miñor y O Morrazo. El pasado 6 de noviembre la CNMC dio entrada al expediente de compra de "control exclusivo", momento a partir del cual se abre un plazo para que la institución valore su impacto en el mercado y decida si le otorga o no su beneplácito. Por regla general, el periodo de tiempo se prolonga durante un mes.

La CNMC estudiará el expediente al amparo del artículo 8.1 b de la Ley de Defensa de la Competencia, que fija la necesidad de efectuar un control previo para operaciones que -como en este caso- superen un determinado volumen de negocios. El umbral, según consta en la ley, se fija en una facturación de 240 millones entre las partes, "siempre que al menos dos de los partícipes realicen en España individualmente un volumen de negocios superior a 60 millones de euros". Povisa cerró su último ejercicio con 103 millones.

La intención de Ribera Salud de hacerse con Povisa se hizo pública el pasado 29 de septiembre. Días después, el 3 de octubre, el grupo Nosa Terra -los todavía propietarios, vinculados a la familia Silveira- y Ribera Salud estamparon su firma a una venta que, al margen del hospital de la calle Salamanca, incluye toda la red de clínicas: desde la Escuela de Enfermería (Cepovisa) hasta los policlínicos de Gran Vía y Colón, 28. El precio: 24 millones de euros.

Ribera Salud, liderado por su consejero delegado Alberto de Rosa, es un grupo empresarial especializado en la gestión sanitaria. Su accionariado es propiedad al 90% de Centene Corporation, un gigante norteamericano (tiene puesto en la lista Fortune 500) ligado al sector de las aseguradoras y a la explotación de programas públicos estadounidenses (Medicare, Medicaid). Con sede en Misouri, su facturación anual supera los 60.000 millones de dólares..El restante 10% restante pertenece a Banco Sabadell.

Los futuros dueños de Povisa, si la CNMC da luz verde, fueron protagonistas del conocido como modelo Alzira: un esquema de gestión sanitaria-público privada en la Comunidad Valenciana, que se desarrolló en la comarca valenciana homónima. En 2016, el govern de PSOE y Compromís recuperó la concesión y revertió el control a manos públicas. En estos momentos, tal y como ha venido informando FARO, el grupo está inmerso en una fase de expansión en la que, además de Povisa, estudia la compra de otros centros.