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El presunto cerebro de la 'Patos': "No hice nada malo, no tengo remordimientos de conciencia"

La pieza del Puerto es la primera de esta supuesta trama de amaños en adjudicación de obras que llega a juicio -El dueño de Eiriña y otros tres acusados se enfrentan a dos años de cárcel

Enrique Alonso Pais (en primer plano en el banquillo de la izquierda) y los otros tres acusados. // M.G.B.

La "Operación Patos" es ahora apenas la sombra de lo que fue al principio. La sucesión de desimputaciones y autos judiciales de archivo dejaron fuera a casi todos los políticos y adjudicaciones públicas objeto de investigación. Dejó, en definitiva, este macroprocedimiento nacido en 2013 reducido a únicamente tres piezas separadas. La primera de ellas, la de la Autoridad Portuaria, llegó ayer a juicio en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo. Y por primera vez se pudo escuchar la versión del presunto cerebro de esta trama, Enrique Alonso Pais, dueño de la empresa Eiriña. Y lo que argumentó ante la magistrada es que él no cometió ninguno de los delitos que se le atribuyen. "Estoy tranquilo, no hice nada malo", declaró el empresario, para el que el fiscal pide una pena de 2 años de cárcel por la presunta autoría de un delito de alteración de precios en subasta o concurso público y otro de falsedad documental. Idéntica condena que solicita para el resto de acusados que se sentaron en el banquillo: Jaime M. Alvariñas Villanueva, mano derecha de Pais en la empresa; José Enrique Escolar Piedras, jefe de Proyectos de la División de Obra del Puerto al tiempo de los hechos; y Alberto Torres Peón, empresario. Como Pais, todos se declararon inocentes.

Los hechos se remontan a 2013. Eiriña ya había realizado una obra para el Puerto vigués, la instalación de un escáner aduanero de contenedores, en la que sufrió pérdidas por 2.000 euros debido a unos portones que fue preciso colocar y que no estaban en el proyecto inicial. La Fiscalía sostiene que cuando se plantearon otros trabajos relacionados -la ampliación del puesto de control anexo al escáner- la empresa presentó un presupuesto de 26.244 euros "incrementado" en esos 2.000 euros para compensar las anteriores pérdidas. Esta obra, la que es objeto de litigio, fue finalmente adjudicada a Eiriña después de que supuestamente, sostiene el fiscal, el jefe de Obras del Puerto hablase con la mano derecha de Alonso Pais para que contactasen con otras dos sociedades -una la del empresario Alberto Torres encausado en este procedimiento-, que presentaron propuestas por importes más altos.

Los cuatro encausado negaron el amaño. Enrique Alonso Pais -que también está acusado en las otras dos piezas de la "Patos" pendientes de juicio- comenzó su declaración explicando que él "no tenía ni idea de construcción" y que cuando creó la empresa contrató a un equipo que "conocía del negocio", con el que despachaba de forma periódica. "Ignoro el día a día, tengo más empresas que esta", contestó el dueño de Eiriña, que sobre las conversaciones telefónicas que se reprodujeron en el juicio -derivadas de los pinchazos- negó ilegalidad alguna: "Las conversaciones se pueden malinterpretar".

Tras señalar que conoció ayer al otro constructor y al directivo del Puerto acusados, se definió como un empresario que lucha por sus negocios y trabajadores. "Yo a lo que me dedicaba es a buscar trabajos, porque hay que dar de comer a muchas familias, es triste y a veces se pasa mal; ninguna de mis empresas entró en concurso, pagué a todo el mundo...", dijo. Señaló que no va a negar que "tomase café con el presidente del Puerto o con el alcalde de Vigo", pero insistiendo en que no hubo nada ilícito en su proceder.

Jaime M. Alvariñas justificó que los contactos con otras empresas no tenían nada de ilícito y rechazó que Eiriña tuviese "trato privilegiado". "En un año podíamos presentar 250 ofertas para licitaciones y nos adjudicaban el 5 o el 6%", dijo. Y el acusado del Puerto y el otro empresario negaron también la existencia de amaños para hacer la obra.

Cuestiones previas

Las defensas expusieron además tres cuestiones previas al inicio del juicio, que quedó visto para sentencia. Afirmaron que la instrucción fue "prospectiva", pidieron anular las escuchas por no "constar" el auto judicial inicial de los "pinchazos" a un teléfono móvil de Pais y alegaron vulneración del principio de igualdad porque otras piezas "idénticas" de este caso fueron archivadas. El fiscal solicitó que se desestimen y mantuvo su petición de penas.

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