Las celebraciones en honor al Cristo de la Victoria entran en su recta final. La Santísima Cofradía, presidida por Marora Martín- Caloto, suma cada año nuevos cofrades que, según las últimas cifras de la hermandad, se sitúan en la actualidad en torno al millar de miembros. En gratitud para todos aquellos nuevos hermanos que comienzan a formar parte de la Cofradía se celebra, hoy viernes, la tradicional imposición de medallas que ejecuta la Hermana Mayor. "Me he dado cuenta de que este año tenemos familias enteras que se han dado de alta en la Cofradía. Es tradición", comenta emocionada Marora.

La Concatedral de Santa María acoge esta tarde el acto de imposición de medallas al concluir la novena vespertina que dará comienzo a las 20.00 horas - misa cantada en el día de hoy por la Coral Polifónica de la A.V.C.R. San Mamede de Zamáns - y será oficiada por el Obispo Emérito de Lérida, Monseñor D. Juan Piris Frígola.

El perfil de los nuevos cofrades es heterogéneo, destacando, eso sí, los miembros de mediana edad y naturales de la ciudad de Vigo. Este es el caso del vigués Braulio Calviño, que por falta de tiempo y por diferentes responsabilidades no pudo hasta ahora, cuando cuenta con 50 años de edad, incorporarse a la hermandad del Cristo de la Victoria. " Tengo amigos y conocidos que llevan muchos años vinculados a la Cofradía y a las celebraciones, pero nunca tuve la oportunidad de dar el paso. Siento que ha llegado la hora y por eso quiero colaborar", explica Braulio.

El cariño y la devoción por el Cristo no deja de crecer en las familias viguesas y se transmite de padres a hijos. Así lo explica Pedro Covelo, quinta generación de su familia en ser cofrades del Cristo de la Victoria. "Yo recuerdo a mis abuelas hacer la procesión y ahora mis hijos la hacen conmigo, es una tradición familiar y muy viguesa", cuenta. La hermandad tiene todo dispuesto en la Colegiata para el emotivo acto de imposición de las medallas, un momento muy esperado por los nuevos cofrades del Cristo.