Poco a poco, José Antonio V.V., el octogenario "rayacoches" de Vigo, va saldando sus cuentas pendientes con la Justicia. Ya ingresado desde marzo en un geriátrico, lo que ha devuelto la tranquilidad al barrio de O Calvario que sufría su reiteración delictiva, el anciano afrontó ayer la vista de conformidad de la mayor causa judicial contra él, al acumular más de 30 conductores perjudicados. Y como ocurrió en otro juicio por hechos idénticos celebrado en junio, el hombre asumió la autoría de los daños pero fue absuelto al aplicársele la eximente completa de anomalía o alteración psíquica por los trastornos mentales que padece. La sentencia, en todo caso, supone la imposición de una medida de seguridad de 16 meses de tratamiento médico y deberá indemnizar a los afectados con cuantías que suman unos 15.000 euros.

La vista se celebró en el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo, que llevó la investigación de este caso por daños por rayazos y con palillos que el hombre causó desde finales de 2018 y durante las primeras semanas de 2019 hasta que fue arrestado y enviado primero al Hospital Álvaro Cunqueiro y después a la residencia de Tui donde continúa. Aunque en principio se barajó que el número de afectados de este procedimiento se situaba por encima del medio centenar, finalmente la cifra ha quedado en algo más de una treintena. Los motivos de que la cifra finalmente sea menor es que los datos de algunos perjudicados estaban duplicados en los atestados, que varios de los posibles afectados aclararon en el juzgado que los rayazos que tenían en sus vehículos no habían sido provocados por el octogenario o, en ciertos casos, que no se apreció prueba suficiente de que el autor de los daños fuera este anciano.

La vista de ayer ya se pudo celebrar en el juzgado instructor, sin necesidad de elevar el caso a una sala de lo Penal, al alcanzarse un acuerdo entre las acusaciones y la defensa en plena fase de instrucción. La sentencia sigue la tónica de la dictada en junio por unos hechos relativos a 2017: absolución, pero con tratamiento médico y obligación de abonar los daños.

Con este caso ya sentenciado, el anciano tiene otros dos aún pendientes -con menos perjudicados- en el Juzgado de Instrucción 1. Probablemente, estas causas seguirán el mismo camino, en cuanto a su resolución, que las anteriores. Y la Fiscalía tenía previsto también iniciar el proceso de incapacitación civil del hombre, sin que haya trascendido nada más sobre esta cuestión.