Diecinueve médicos con la especialidad recién terminada se incorporarán a los centros de salud vigueses. Es el mayor reclutamiento de facultativos en Atención Primaria en años. Por lo menos, en cuatro. De los veinte doctores de familia que finalizaron este mes de mayo su residencia en Vigo, quince han optado por quedarse, según datos del Servicio Galego de Saúde (Sergas). En cambio, de los cuatro pediatras, solo pasará consulta en los ambulatorios del área. La Dirección ha logrado captar a otros tres: uno de otra área gallega y dos de fuera de la comunidad. De todos ellos, solo uno se ha decantado por el nuevo contrato de estabilidad con el que la Consellería de Sanidade trata de captar efectivos en estas categorías con déficit de profesionales.
Las cifras mejoran mucho las del año pasado, cuando el área sanitaria viguesa solo consiguió incorporar a sus centros de salud a seis médicos de la anterior promoción de residentes. No fue capaz de retener más que a la mitad de los que terminaron Medicina de Familia y, además, concluyeron la especialización menos que en anteriores ocasiones: 12 de 20. Así, fueron seis los profesionales que se incorporaron a las listas para hacer sustituciones en las consultas de adultos de Primaria. Los otros seis se fugaron al sector privado, a otras instituciones públicas o a otras zonas. Menos en un caso -en el que pesó el acercamiento a la familia-, el resto se fueron en busca de mejores condiciones, ya fueran salariales, de horarios o de estabilidad.
En Pediatría el resultado fue peor. No se quedó ninguno de los cuatro especialistas que finalizaron. Todos se fueron a centros hospitalarios. La escasez de estos profesionales es aún mayor que en Medicina de Familia. De hecho, la Xunta no solo ha renunciado a cubrir bajas, vacaciones y días libres -como en los de adultos-, sino que hay puestos que se cubren con puericultores o facultativos de familia. Esto no solo sucede aquí, sino también en el resto de España. Sanidade defiende que la gallega es una de las comunidades con una de las tasas más bajas e indica que estos doctores rondan el 10% de la plantilla en las consultas de niños.
En este último año solo se habían logrado incorporar a los centros de salud a dos pediatras a las que se les había acabado el contrato en el Chuvi.
De los cuatro que finalizaron este mes de mayo, se queda una. Los otros tres también se van a centros hospitalarios. En concreto, a los de Pontevedra, Lugo y Monforte. El Sergas ha reclutado otros tres recién especializados. A uno lo fichó en otra área gallega y los otros dos vienen de fuera.
¿Y estos nuevos efectivos serán suficientes para paliar la falta de sustitutos en Primaria? No lo parece. En la plantilla, 35 de familia y 7 pediatras llegan este año a la edad de jubilación, aunque el Sergas espera que la mitad opte por prorrogar su carrera. Ni siquiera se sabe aún si los cuatro nuevos pediatras servirán para evitar la concentración de consultas en determinados centros de salud o en horario de mañana durante el verano. El plan aún está sin cerrar.
Una de las medidas que Sanidade plantea para resolver la escasez de profesionales es formar a más. El Ministerio de Sanidad ya ha aumentado de 20 a 24 las plazas de MIR de Familia, pero rehusó subir de 4 a 7 los de Pediatría. En todo caso, sería una medida a medio plazo. Sin rechazarla, la Asamblea de Médicos de Atención Primaria de Vigo y el colectivo de Precarias pola Atención Primaria piden a la Administración que ponga el foco en conservar a los que forma y recuperar a los que se han ido. En esta línea, la Xunta enarbola el nuevo contra de continuidad, que ofrece una vinculación de uno a tres años para cubrir sustituciones en diferentes centro en un área determinada. Solo uno de los 19 fichajes lo han aceptado, lo que demuestra que esta fórmula no convence a los que debe retener.
