Hacía tiempo que la sede viguesa del Bloque en la calle Celso Emilio Ferreiro no vivía noches electorales como la de ayer porque esta vez había motivos de celebración, y aunque solo obtuvieron un concejal, los simpatizantes quisieron escenificar el mérito de quien ha conseguido la vuelta del nacionalismo a la Corporación Municipal con una cálida ovación que el protagonista, Xabier Pérez Igrexas, avivó al arrancar así su comparecencia: "El BNG regresa al Concello para quedarse".

El joven candidato comenzó por agradecer a las 8.000 personas votantes del Bloque "por apostar por un proyecto en positivo e ilusionante para Vigo que nos hace ser la única fuerza alternativa al gobierno del PSOE". Tampoco olvidó la influencia en el resultado del "inmenso trabajo de una militancia entregada" y en particular del realizado por el miembro de su candidatura, Serafín Otero, quien en 2015 encabezó la lista que acabó retirando al BNG del Concello.

Pérez Igrexas (34 años) aspiraba a más. Por eso tardó en dirigirse a los militantes, ya cuando con el 98% del censo escrutado se difuminaban las opciones de ese "merecido segundo concejal". "Este resultado nos sabe a poco al quedar a unos 1.000 votos de conseguirlo", admitió.

Solo estará él en el Concello pero lo hará trabajando "a pie de calle y con propuestas en positivo" para aumentar la representación nacionalista dentro de cuatro años. Será el concejal, avanzó, "que dé voz a la gente y singularmente de ese tejido asociativo que el PSOE intentó esmagar estos años". Para acabar, el líder nacionalista debutante mandó un recado al nuevo gobierno local: "El BNG será una fuerza constructiva pero firme a la hora de pararle los pies".