"Ahora la pelota está en el tejado de la Xunta". El portavoz de Marea de Vigo y candidato a la Alcaldía, Rubén Pérez, instó ayer al Gobierno autonómico a frenar el proyecto de un gran centro comercial en Alcabre, en el ámbito conocido como Cruceiro y liderado por el grupo francés ADEO (propietario de firmas como Leroy Merlin, AKI y Bricoman), y calificó la operación de "pelotazo" urbanístico impulsado por el Concello.

Pérez explicó que el gobierno vigués pretende que esos terrenos, unos 40.000 metros cuadrados, se puedan desarrollar al amparo de la ordenación provisional para uso terciario, justificando su interés público por la posibilidad de prolongar el bulevar de Castelao por la avenida de Europa -dando cobijo al carril bici que tiene de Samil- y la generación de empleo.

Marea de Vigo considera sin embargo "irregular" la actuación del Concello al entender que "primero se plantean necesidades privadas y luego se ponen los mecanismos públicos para llevarlas adelante", con lo que "se bordea la legalidad".

Insistió en que la ordenación provisional es un mecanismo previsto para ámbitos de suelo urbano consolidado que hubieran quedado "a medio desarrollar" tras la caída del PXOM de 2008. "Esto no se justifica, no hay interés público, sino un interés privado especulativo porque ése es un ámbito de suelo urbano no consolidado", denunció.

Por otra parte, Pérez criticó también que los trabajos de demolición de los inmuebles que conforman el ámbito del Barrio do Cura hayan comenzado cuando hay una vivienda ocupada por una pareja "que está censada allí". El Concello matizó que residen en una edificación ruinosa de propiedad municipal y que se les ofreció ayudas.