Las dificultades para encontrar un médico de familia con el cupo abierto para poder cambiarse en los centros de salud de la ciudad todavía era peor a finales de 2016. Tenían la lista abierta poco más de uno de cada diez -el 13%-. La Dirección del Sergas en Vigo, a finales de noviembre, tomó la decisión de subir el mínimo de pacientes para poder cerrar el cupo y lo situó en 1.338 tarjetas por facultativo -la media del área sanitaria en ese momento- y abrió de golpe medio centenar de cupos, hasta los 75. Son 25 más que los disponibles ahora. Aquella medida coincidió con un periodo de libre elección de hospital y tras las denuncias de que no había facultativos que admitieran pacientes en los centros desde los que se podía solicitar el cambio a Povisa.