Xunta y Concello volvieron a recalcar ayer la importancia de la colaboración para sacar adelante proyectos, un mensaje en el que ya habían incidido en noviembre del año pasado, durante el acto que dio el pistoletazo de salida a las obras del complejo Vialia. Coincidiendo con la presentación de la futura terminal de buses de Urzáiz -otra infraestructura muy ligada al centro de Thom Mayne-, Alberto Núñez Feijóo y Abel Caballero incidieron en el mismo mensaje. Ante autoridades locales y autonómicas, tanto el presidente de Galicia como el alcalde subrayaron que el complejo intermodal -en el que se integrarán el actual cajón ferroviario, inaugurado en 2015, Vialia y la estación de autobuses, además de un nuevo acceso con la autopista- es fruto de un "esfuerzo compartido" entre las administraciones central, autonómica y municipal.

"La estación intermodal es un ejemplo de referencia y colaboración institucional. Me gustaría poner en valor que las diferentes administraciones supimos traducir el sentir de la ciudadanía en acuerdos complejos pero imprescindibles para hacer posible la materialización de este gran proyecto", resaltó Feijóo durante la presentación del proyecto de la terminal de buses: "Esta estructura es el fiel reflejo de la ciudad que la acoge, una realidad tan grande e importante que nadie podría impulsarla en solitario. Evidentemente ninguna administración podría alcanzar por sí misma las metas de este proyecto y otros que se han marcado".

Así será la nueva estación de buses de Vigo

Así será la nueva estación de buses de Vigo

Ante el alcalde, la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, el vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda, y diferentes autoridades, -entre otros, el responsable del Puerto de Vigo, Enrique López-Veiga, o el rector, Manuel Reigosa-, Feijóo incidió en el "compromiso incuestionable" de la Xunta para sacar adelante el complejo intermodal. Tanto aportando fondos, como facilitando -mediante la "Ley Vigo"- que la infraestructura pudiese ejecutarse a pesar de la anulación del PXOM de 2008. "La intermodal es un nuevo ejemplo de que trabajando juntos podemos superar hasta las más altas dificultades por el bien de esta ciudad. Les invito a que sigamos colaborando y avanzando juntos", apostilló.

En un tono similar, Caballero subrayó que el gran complejo intermodal de Urzáiz será posible gracias a los "esfuerzos compartidos" de Adif, Xunta y Concello: "Es un paso extraordinario y magnífico que damos colectivamente para toda Galicia porque esto será de utilización global". Durante su intervención el primer edil reconoció que le "encanta" el proyecto de la estación de buses. "Es una forma brillante de construir ciudad", admitió. En concreto, el regidor vigués destacó el papel de la conselleira de Infraestructuras, a la que agradeció la "voluntad" de alcanzar acuerdos: "Hubo enormes dificultades técnicas que se fueron resolviendo".

Además de la terminal de autobuses, Caballero puso en valor el trabajo y las inversiones desarrolladas para sacar adelante la nueva estación de trenes de Urzáiz -operativa desde 2015- o el acceso soterrado de la línea ferroviaria desde Redondela, lo que evitó -recalcó el alcalde- que "Vigo terminase abierto en canal". El primer edil destacó también los nuevos accesos de los que dispondrá la estación intermodal, tanto desde el casco urbano, mediante la futura plaza de Urzáiz, como a través del túnel directo que la enlazará con la AP-9. Para eliminar el vestigio del Scalextric que queda en la calle Alfonso XIII, Adif, Xunta y Concello acordaron cofinanciar la construcción de un subterráneo desde Lepanto.

Según el convenio publicado el 10 de julio de 2018 en el BOE, los accesos a la intermodal constarán de un ramal que enlazará la estación de buses con la AP-9, un túnel de salida de Lepanto a la autopista y la conexión de la AP-9 con Vialia. A esas actuaciones se suma la demolición del actual viaducto de Lepanto y el balizamiento. La inversión total supera los 10,65 millones de euros.

Ayer Feijóo recordó que el Consello de la Xunta dio su visto bueno a la intermodal a principios de octubre. Según avanzó, el Ejecutivo autonómico confía en adjudicar la futura estación de buses en abril para que las obras puedan arrancar en verano, aunque matizó que la labor de los operarios en el solar está condicionada a la posibilidad de ocupar terrenos mientras se ejecutan, al mismo tiempo, las obras de Vialia.

Durante la presentación pública del proyecto, el subdirector xeral de Infraestructuras de la Xunta, Juan Vidal, desgranó algunos detalles de la futura estación de buses, que se construirá para acoger a dos millones de pasajeros al año y alcanzar el medio millar de expediciones al día. El complejo, que tiene un presupuesto de 16 millones y se ejecutaría en 18 meses, dispondrá de dos plantas entre las que se repartirán las dársenas con capacidad para 30 autobuses y la zona de taquillas y espera de pasajeros.

El ámbito de actuación alcanza los 11.000 metros cuadrados (m2). La terminal de buses ocupará 6.800 m2, los andenes cubiertos 2.250 m2 y el edificio de servicios 1.100 m2. Desde la Xunta destacan el diseño "racional y funcional" de la infraestructura, con espacios abiertos y una cubierta que dispondrá de un lucernario acristalado. Tanto Feijóo como Caballero recalcaron el carácter "transformador" que tendrá para Vigo.