Un comportamiento "inapropiado" y "soez" ante un grupo de estudiantes adolescentes que le costó su puesto de trabajo. Comentarios sexuales fuera de lugar y otros ofensivos hacia los alumnos motivaron un despido que, tras acabar en la vía judicial, ha sido declarado procedente por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Y ello porque la conducta mostrada constituye una falta muy grave por ser "impropia" de un guía "que dirige visitas en un museo público". Ocurrió en el Museo del Mar de Vigo en 2017. Trabajador de una empresa cultural que hace visitas guiadas, en una de ellas se dirigió a un grupo de chavales de 3º y 4º de ESO con expresiones como "sodes moi feos" o con otras de carácter sexual, como cuando, hablando de las reliquias de Cristo, les relató, en referencia al santo prepucio, que había "tantos" que todas las piezas juntas podrían medir "dos metros de largo". Así que les comentó que si eso "fuese cierto", el "pene" mediría "dos metros". "Se fose meu [o pene], poñeríao de bufanda", les espetó.

La polémica visita fue el 19 de octubre de 2017. Los menores, de un colegio de Cuntis, iban con una profesora. El guía llevaba varios días asignado al Museo del Mar. La actividad ya empezó mal. Según consta en la sentencia que avala el despido, lo primero que les comentó es que tenía prisa porque había otro grupo esperando. "E ademais sodes moi feos", les dijo. El trabajador justificaría ese comentario diciendo que solo buscaba "captar" la atención de los visitantes.

La cosa no quedó ahí. En un determinado momento en el que les enseñó un cuchillo "con forma fálica", les relató que en la Edad Media se dedicaban "a luchar" ya que "no había tele ni pornografía". A continuación profirió los comentarios sobre las reliquias de Cristo y en otro momento, cuando todo el grupo estaba en torno a él, se dirigió a una alumna con este comentario: "Si, si, a do bigote". Una menor, aclara el fallo, "que no tiene rasgo alguno relacionado con tal circunstancia".

El comportamiento del guía motivó que la profesora dejase una queja ese día y que desde el colegio se remitiese otra al Museo del Mar. Una semana después, la empresa cultural para la que trabajaba echó al guía. El despido fue inicialmente calificado de improcedente por el Juzgado Social 1 de Vigo, obligando a pagarle una indemnización o a su readmisión. En este último caso, como la falta era "grave", podría imponérsele una sanción.

Pero tras un recurso, el TSXG -en una sentencia del pasado noviembre que aún era recurrible ante el Tribunal Supremo- revocó el primer fallo y declara el despido procedente, sin que el trabajador tenga derecho a indemnización ni salarios de tramitación. "Los comentarios [del guía] fueron de mal gusto, hirientes, fuera de lugar, soeces e impropios", estima el Alto Tribunal gallego. La conducta se ve agravada porque estaba ante estudiantes menores y porque las expresiones dañan "la imagen" de la "empresa" y de un "organismo público" como es el Museo del Mar, dependiente de la Xunta. "Ninguna justificación existe para emplear dichas expresiones", concluye.