El alcalde de Vigo, Abel Caballero, tachó ayer el servicio de urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro de "desastre". El regidor acompañó a una persona el lunes al hospital y asegura haber probado en primera persona "la calamidad de las instalaciones". Caballero explica que había camillas en las salas de espera y en los pasillos, pacientes que no podían sentarse ante la falta de sillas, familiares que tenían que estar de pie por la saturación en la sala de espera, etcétera.

El regidor no obstante quiso felicitar al personal por su "esfuerzo". "Pero las instalaciones son insuficientes. No es soportable que un hospital que lleva dos años y medio esté en estas condiciones, no es tolerable", añadió el regidor, que lamentó que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, también estuvo allí "pero no dijo nada". "Tenía que haber bajado y ver las urgencias colapsadas", incidió.

Caballero recordó además que el lunes no era un día de pico de gripe, por lo que no entiende que se produjera tal saturación asistencial.

Según fuentes del Sergas, el lunes se atendieron 439 urgencias, la mayor cifra en lo que va de 2019. Sanidade reconoce "presión asistencial", pero asegura que "nada excepcional" en esta época del año.

Para afrontar el pico de la gripe, que los expertos prevén a lo largo de esta semana, el Sergas ha habilitado 75 nuevas camas en el Meixoeiro y 29 en el Cunqueiro. Además, se ha reforzado el servicio de urgencias con un equipo formado por un médico, una enfermera, un auxiliar y un celador por si hay una oleada de pacientes gripales.