Lleno absoluto ayer en el salón de actos del Museo de Arte Contemporáneo de Vigo en la conferencia organizada por el Instituto de Estudios Vigueses que tuvo como protagonista a Carlos Barros, profesor de historia medieval de la Universidad de Santiago y uno de los miembros fundadores del Partido Comunista de Galicia. Barros, uno de los mayores activistas vigueses en los últimos estertores de la dictadura franquista, ofreció una charla sobre la importancia de la ciudad en la transición española. "Vigo xogou un papel fundamental na loita pola autonomía de Galicia", explicó el historiador., que arrancó la charla lamentando que apenas haya referencias a los hechos acaeicidos entre el 1972 y finales de la década de los setenta. "Non hai unha unidade nos colexios que trate sobre a manifestación do 4 de Nadal. A xente descoñece as orixes das nosas institucións democráticas", se lamentó.

Todo empezó en la huelga de los trabajadores de la planta viguesa de Citroën en 1972, "que foi clave para a difusión da conciencia social en Galicia". Una huelga que simplemente fue convocada para reclamar que se redujera la jornada laboral a cuarenta horas semanales y poder tener así las tardes de los sábados libres. Este paro propició el despido de representantes sindicales y, como respuesta, empleados de otras empresas se sumaron a la huelga. "Vigo converteuse nese momento nun baluarte da loita democrática en España, pese a salvaxe represión. A cidade foi ocupada militarmente, houbo detencións masivas, torturas e miles de despidos", recordó Carlos Barros. "Foi o prezo que tivemos que pagar para traer a democracia a este país", añadió. Al año siguiente, Barros y Valentín Paz Andrade, entre otros, crearon en clandestinidad la Xunta Democrática de Vigo, una plataforma de oposición al régimen que contó con importantes apoyos mediáticos. "E tamén da igrexa. As asambleas do movemento obreiro celebrábanse no colexio de Xesuitas de Teis", recordó.

Todos estos antecendentes fueron clave para dejar atrás el régimen franquista. El proceso lo culminó la manifestación del 4 de diciembre de 1978 en favor del autogobierno de la comunidad gallega y de un estatuto de autonomía. "Foi a manifestación con máis afluencia da historia de Galicia", que salió desde Vía Norte y terminó en el Náutico.