La irrupción del coche eléctrico parece -ahora sí- imparable y la industria viguesa del motor quiere seguir en vanguardia tras la profunda transformación que se avecina. Para conseguirlo, innovar sobre las baterías de ion-litio que alimentan este tipo de vehículos resultará vital. Es por eso que el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), el cerebro del sector, está construyendo un nuevo laboratorio de ensayos para baterías en el que se invertirán más de 2 millones de euros, según ha podido saber este periódico. El lanzamiento de hasta cuatro modelos 100% eléctricos en Balaídos en los próximos dos años y los cambios normativos para impulsar la descarbonización del parque móvil en Europa han acelerado este proyecto.

Las obras de esta "ampliación de las capacidades de ensayo" vinculadas a las baterías de ion-litio que utilizan los coches eléctricos e híbridos comenzaron hace unos meses, de forma que parte del nuevo edificio ya es visible. La inversión en esta infraestructura, que deberá estar lista el próximo año, es de algo más de 2 millones de euros, según los presupuestos del patronato de la Fundación CTAG. En esta infraestructura, los técnicos del centro podrán llevar a cabo todo tipo pruebas sobre las células de ion-litio y de otros materiales que se utilizan para la elaboración de las baterías, así como de los sistemas de motopropulsión, aprovechamiento de la energía del vehículo, etc. Estará dotado de las últimas tecnologías y medidas de seguridad, por los riesgos que afectan al coche eléctrico, como son los incendios.

El CTAG cuenta en la actualidad con nueve laboratorios (acústica y vibraciones, ensayos medioambientales, seguridad pasiva, materiales, motor, fiabilidad, materiales; electricidad, automatización e instrumentación, y metrología), pero ninguno específico sobre baterías, aunque el centro ha participado y participa en múltiples proyectos vinculados al coche eléctrico, varios transfronterizos. En los últimos años, el CTAG había centrado su esfuerzo innovador en la electrónica asociada al coche conectado y a la conducción automatizada (su papel ha sido clave en que Vigo fuese la primera ciudad española por la que circulase un vehículo autónomo, a finales de 2015), así como a los nuevos procesos vinculados a la fábrica 4.0, pero el giro de las administraciones hacia el coche eléctrico ha obligado al sector -y al CTAG- a reorientar sus prioridades.

Una prueba palpable de cómo los cambios normativos que se están introduciendo para desterrar la descarbonización del mercado automovilístico en un horizonte no tan lejano son los cuatro modelos 100% eléctricos que PSA lanzará en Vigo en los próximos dos años: las versiones eléctricas de los Berlingo, Partner-Rifter y Combo (proyecto K9) y el todocamino V20, del que ya se están montando algunas unidades. La planta también acoge el único taller de montaje de baterías de la multinacional francesa, que suministrará los módulos de ion-litio a todo el dispositivo industrial del Grupo PSA en Europa, cuya actividad podría verse beneficiada ahora por el laboratorio del CTAG.