Los inmuebles en ruinas y solares abandonados no son exclusivos de una determinada zona de la ciudad. Se extienden por todo el casco urbano y también por las parroquias, pero el gobierno local quiere limitar sus negativos efectos paisajísticos en el centro y por este motivo arrancará por el Casco Vello, Bouzas y El Ensanche su programa de edificación forzosa de las fincas vacías y en mal estado desde hace años. El fin último que se persigue es poner estas importantes bolsas de suelo en manos de particulares o promotores interesados en desarrollarlas y construir vivienda consiguiendo el doble objetivo de acabar con puntos de feísmo al tiempo que se aumenta el parque inmobiliario vigués y se contribuye a bajar los elevados precios de compra y alquiler.

Tras varios ajustes en el texto, la ordenanza se aprobará en la Gerencia de Urbanismo de esta semana con la intención de iniciar "de forma inmediata" el registro pormenorizado de las propiedades afectadas. "Lanzo desde aquí una advertencia muy seria a los dueños. No vamos a permitir que por motivos especulativos u otros haya terrenos en pleno centro, como puede ser la calle Príncipe, que llevan en muy mal estado desde hace más de una década", ejemplificó el alcalde, Abel Caballero, quien aclaró que la intención es que construyan los propios propietarios y que, si no están interesados, ese suelo pase a manos de otras personas.

El motivo por el que no se tomó antes esta iniciativa es que la Lei do Solo permite ahora a los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes optar por la expropiación para sacar al mercado importantes zonas de suelo residencial paralizado que pueda servir de instrumento contra la especulación. Es el medio técnico del que se podrá echar mano cuando los dueños incumplan sus "deberes urbanísticos", propugna la ordenanza municipal.

La incorporación de terrenos será progresiva y afectará a todo el municipio, pero se establece como "objetivo primordial" de la administración pública fincas ya identificadas en Casco Vello, Bouzas y El Ensanche. "Si uno arranca un paseo en Elduayen se encuentra ya con uno, y bajando a mano izquierda con otros dos", precisó ayer el regidor vigués.

El texto busca que los propietarios de solares y edificios ruinosos o que no han agotado la edificabilidad lo desarrollen en el plazo fijado por el planeamiento o, en su defecto, en tres años. En caso de no hacerlo, se iniciarán los trámites para incluir ese suelo en el Registro Municipal de Solares para sacarlo a subasta en el plazo máximo de un año. Si la primera puja queda desierta, la ordenanza establece que se realizará un segundo intento con una rebaja en el precio del 25%.