El World Car Center (WCC), el complejo proyectado por Zona Franca en la avenida de Portanet para reforzar la innovación y el desarrollo en la automoción, ha cautivado al sector. De hecho, de los 14.000 metros cuadrados repartidos entre los dos nuevos edificios que se construirán en parcelas del Consorcio y las cuatro plantas de un inmueble preexistente recientemente adquiridas -la compra se firmó este viernes en el notario-, el 80% ya están reservados, según indicó a FARO el delegado de la Zona Franca, David Regades. Uno de los principales actores del motor que estará en el WCC es el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG), que ha solicitado 3.000 m2 y aportará equipamiento.

"Para Zona Franca este es el proyecto estratégico que enraizará de forma definitiva el automóvil en Vigo para los próximos 30 años", aseguró Regades. El Consorcio quiere que el WCC sea un "icono representativo" del polo de la automoción de Vigo y un "símbolo arquitectónico" de la ciudad, para lo que ha convocado un concurso internacional de ideas con ayuda del Colegio de Arquitectos de Galicia para el diseño de estos edificios de servicios, cuyo plazo de presentación de candidaturas acaba el 3 de diciembre. Según Regades, el proyecto podría estaría listo a finales del segundo trimestre de 2019, por lo que se podría comenzar con las obras en el segundo semestre.

En total, la inversión prevista en el WCC asciende a 14 millones de euros, entre la construcción de dos edificios en terrenos propiedad de Zona Franca en Portanet y la compra y reforma de las cuatro plantas ya edificadas -que conectarán los otros dos edificios-, de las que dos se destinarán a aparcamiento y otras dos serán la sede de la nueva incubadora de alta tecnología de la automoción gallega, la High Tech Auto, como avanzó este periódico. El delegado de la Zona Franca y el alcalde, Abel Caballero, visitaron ayer estas instalaciones y los solares propiedad del Consorcio. "El World Car Center será una pieza maestra de la arquitectura, un reflejo arquitectónico del grandioso estadio de Balaídos y una apuesta más por el empleo en la ciudad, a través de la tecnología", apreció Caballero.

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La proximidad del WCC a la cabeza tractora del sector, la planta del Grupo PSA, es clave. El complejo acogerá proyectos, servicios y entidades ahora alejadas del motor de la automoción viguesa, como la aceleradora de start-ups (Business Factory Auto), que ahora está en el parque de Porto do Molle, en Nigrán; la incubadora High Tech Auto, que arrancará su actividad de forma provisional en el polígono de Bouzas, o la Universidad Corporativa de Ceaga, que durante años estuvo alojada en el edificio de La Gota de Leche. Según Regades, la demanda para participar es tal que ya está reservado el 80% de la superficie del WCC, que asciende a 14.000 m2. También el CTAG quiere estar presente en el complejo, para lo que ha pedido 3.000 m2 y está dispuesto a aportar equipamiento para que lo puedan utilizar las empresas.

Regades apuntó que el sector está viviendo un "profundo cambio" que camina hacia los vehículos autónomos, sostenibles y eléctricos, y "para todo esto se necesita una fuerte apuesta en innovación y desarrollo y apoyo al emprendimiento, condiciones que reúne el WCC".