Los investigadores del grupo de Geología Marina y Ambiental (Geoma) de la Universidad han convertido la playa de Patos en un laboratorio para combatir los efectos del cambio climático en las costas de Galicia y Portugal. El equipo recoge estos días datos del oleaje y la morfología del arenal, además de realizar levantamientos del relieve submarino, como parte de su contribución al proyecto europeo MarRISK, que involucra a 13 instituciones de ambos países con el fin de evaluar riesgos y desarrollar herramientas que mejoren la resiliencia del litoral.

La iniciativa está coordinada por la Consellería de Medio Ambiente e involucra a varios grupos de la universidad viguesa, tanto en el ámbito de las ciencias marinas, como en el económico y la divulgación. Tras las reuniones previas de todos los socios para la puesta en común de metodologías, los trabajos arrancaron a finales del año pasado.

MarRisk Promo from Divulgare on Vimeo.

El grupo Geoma, cuya participación coordina la profesora Ana Bernabeu, se centra en el estudio de los efectos del cambio climático en las playas. Trabajo que también desarrollan expertos de las universidades de Aveiro y Minho en arenales cercanos.

"Portugal tiene más problemas porque su costa se encuentra más expuesta, mientras que en Galicia las rías están más protegidas. Elegimos Patos porque es una de las playas con un oleaje más intenso. Todos los trabajos los hacemos en colaboración con nuestros colegas portugueses, de hecho estos días nos ayudaron los socios de Aveiro", explica Kais Mohamed Falcón, miembro de Geoma.

En los últimos días, los investigadores han realizado la topografía de la playa y recogido muestras de la arena y el sedimento, además de medir corrientes y altura del oleaje y realizar una batimetría de los fondos marinos con una ecosonda multihaz a bordo de Inndaga, la embarcación del grupo vigués con la que hoy tenían previsto regresar para continuar con estos levantamientos.

"Una vez que hayamos establecido la morfología de la playa haremos un seguimiento para detectar los pocos cambios que se puedan producir derivados de los temporales en un periodo tan corto de tiempo. El cambio climático conllevará un aumento del número de tormentas, que además serán de mayor intensidad. Y esto producirá cambios en el oleaje, uno de las causas principales de la erosión. Los arenales se mantienen en un equilibrio variable, pero si estas condiciones cambian en solo unas décadas la costa responderá y una posible consecuencia es la erosión", explica.

La información recopilada en Patos también servirá para "alimentar" los modelos de simulación que predicen el comportamiento de las playas en diferentes escenarios: "Meteogalicia nos facilitará los pronósticos de oleaje y colaboraremos con un grupo de la Universidad de Delft que utiliza modelos de última generación para tratar de predecir la respuesta morfológica de las playas gallegas y portuguesas".