Los bajos comerciales que el Ayuntamiento tiene en Carral desde el año 1951 cambiarán definitivamente de uso a partir del próximo ejercicio. El Concello trabaja en un proyecto de reforma para reutilizar estas pequeñas instalaciones creadas aprovechando la pronunciada pendiente de la rúa Laxe. De los ocho locales municipales habilitados solo queda en funcionamiento la histórica barbería de Pedro Fernández, mientras que el año pasado cerraba sus puertas de forma definitiva "Barquitos" y de forma previa lo habían hecho los bazares y la zapatería que ocupaban el resto de locales.
A diferencia de lo que ocurrió con los bajos públicos de Porta do Sol y Elduayen, en este caso el gobierno local ha decidido no prolongar su uso comercial y utilizarlos para fines propios. En concreto, fuentes municipales apuntan a la creación de un gran almacén debido a que sus pequeñas dimensiones hacen difícil adaptarlos a la normativa vigente para que sigan acogiendo negocios.
Hace ahora un año que el Concello cursó una orden de desalojo contra los dos últimos locales abiertos, pero decidió que continuaran hasta que se licite el proyecto de reforma que aún no está aprobado. "El acondicionamiento será en 2019 y se aprovechará para decorar la fachada con un gran mural que dé vida a la calle", explican desde Praza do Rei. En este tiempo transcurrido cerró otro de los negocios y solo queda abierta la peluquería, con la que se intentará negociar una salida para rescindir el contrato de arrendamiento. Por ahora el propietario asegura que no ha habido más contactos desde 2017 y que sigue "tranquilo" hasta que le informen de la aprobación y licitación del proyecto. Ese fue el compromiso asumido por el gobierno local, que busca dar utilidad a una zona que ahora mismo languidece.
