La playa de Fontaíña es uno de los arenales más populares de Vigo, no solo porque es uno de los pocos en los que se puede practicar nudismo en la ciudad olívica sino porque por su ubicación, a pocos kilómetros del centro, la convierten en una de la más accesibles con las que hacer frente a las altas temperaturas en verano. La bandera azul que acredita la calida de sus aguas y servicios hacen el resto.

Los que se deciden a pasar el día en esta playa de Vigo se encontrarán, además, una de las muchas estatuas que decoran los rincones más insospechados de la ciudad. No es otra que la figura de La Sirenita que, además, es la que pone el nombre no oficial con la que los vigueses conocen esta playa. Precisamente, la pequeña estatua que recibe a los bañistas se ha convertido estos días en la protagonista de las conversaciones junto a la orilla por su renovado aspecto.

Lo cierto, es que un anónimo -el Concello de Vigo desconoce cualquier actuación sobre ella- ha decidido tomar cartas en el asunto y restaurar la estatua, deteriorada por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas. Con un nuevo color (verde esmeralda) y las heridas de guerra curadas, muchos han comparado este lifting con el que Cecilia Giménez aplicó al Ecce Homo de Borja en 2011Ecce Homo .