No podrían definirse como una plaga pero sí requieren de una rápida actuación y control para evitar su propagación. Los brotes epizoóticos son enfermedades contagiosas que atacan a un número inusual de animales al mismo tiempo en un punto determinado y que se propaga con rapidez. Y contra ellos también trabaja la Guardia Civil, más en concreto la Unidad del Seprona. El año pasado, el equipo de Vigo y su área realizaron un total de 15 actuaciones sobre sanidad animales y epizootias, tal y como se recoge en su Memoria anual de 2017.
Los dueños de animales o explotaciones tienen la obligación de tenerlos debidamente identificados; comunicar los datos sanitarios en especial, los relativos a nacimientos, muertes, entradas y salidas de animales o la aparición reiterada de animales muertos así como deshacerse de los cadáveres de animales y demás productos de origen animal así como aplicar la medidas sanitarias obligatorias para la lucha, el control o la erradicación de las enfermedades. La Ley de Sanidad Animal 8/2003 establece la obligación de comunicar cualquier proceso susceptible de ser una epizootia lo más rápidamente posible. Gracias a esta comunicación se podrán prevenir nuevos contagios y que los efectos negativos se difundan a otras explotaciones.
Pero esta quincena no fue la única intervención de los efectivos del Seprona en materia animal. El equipo del servicio de protección a la naturaleza también formuló más de una treintena de denuncias sobre la tenencia de animales de compañía y seis personas fueron investigadas penalmente -tres de ellos llegaron a ser detenidos- por maltrato y abandono de animales domésticos.
En total, la unidad del Instituto Armado en Vigo tramitó el año pasado más de 300 infracciones administrativas y se detuvieron a 15 personas por delitos relaciones con la protección del patrimonio histórico y el medio ambiente.
Sobresalen las infracciones a la normativa sobre residuos y vertidos, que suponen una de cada tres sanciones, las relacionadas con la pesca ilegal, que suman un total de 21 y las relativas a la normativa de montes y aguas, que suponen un total de 32 denuncias.
Además de estas infracciones administrativas, los efectivos del Seprona también registraron hasta 25 delitos vinculados con el medio ambiente, llegando a detener e investigar a 15 personas. De ellos 21 ilícitos son relativos a la ordenación del territorio y a la protección del patrimonio histórico. También se registraron dos actuaciones penales relacionados con dos incendios forestales.
Junto a estas actuaciones, el Serpona también formalizó 150 actas por inspecciones por vertidos o almacenes alimentarios.