Tras "más de un año trabajando en encontrar la salida" a la situación de la concesión del Auditorio Mar de Vigo, el alcalde, Abel Caballero, defiende que han llegado a una "óptima solución para la ciudad". Destaca que la responsabilidad municipal en la liquidación de la sociedad, estimada por el interventor en 35 millones de euros, está "por debajo la mitad de lo que aventuraba el PP" y que las arcas municipales lo podrán asumir "desde la normalidad" al estar saneadas. Para ello, además de los remanentes, avanza que se enajenarán bienes públicos comerciales sin dañar "en absoluto los servicios que se prestan a los ciudadanos". Pone como ejemplo la venta del edificio y los terrenos del Hotel Samil, ya en proceso, y apunta al mismo destino para el del auditorio. Lo que descarta es que esta situación pueda afectar a la actividad cultural del palacio de congresos, ya que mantiene a la empresa que la gestiona.

Con deudas y pérdidas millonarias, la concesionaria -compuesta por Sacyr, Puentes y Calzadas, Merlín Properties y Abanca- fue liquidada en noviembre por el Juzgado de lo Mercantil numero 3 de Pontevedra. El 31 de marzo entregó a manos municipales la infraestructura y ahora falta que la administración concursal y el Concello pacten la indemnización por la rescisión del contrato de concesión. El regidor recuerda que "es una ley aprobada por el PP" la que dice que que "si las circunstancias económicas no iban, había que pagar [a la adjudicataria] el resultante de la inversión".

El plan de liquidación de Pazo de Congresos la valoraba en 74 y la oposición indicaba que sería la cifra que habría que asumir. Pero el informe del interventor la estima en 35 millones. Se aducen incumplimientos por no dinamizar las instalaciones. "Trabajamos mucho, durante mucho tiempo y, al final, todo señala que estará en la mitad del precio que decía el PP", resalta Abel Caballero y añade: "si llevara la cuestión un gobierno popular pagarían 80 millones de euros".

¿De dónde saldrán los 35 millones? Ya se ha aprobado un camnio en el presupuesto para reservar los primeros 8 millones -la mitad, del superávit de 2017 y la otra, del remanente de tesorería-. El alcalde señala que el Concello no tiene problemas para hacerle frente a la cuantía porque tiene "mucho remanente". "Pero la clave es asumirlo sin entrar en déficit ni superar el techo de gasto y esto es lo que tuvimos que encajar", explica. Asegura que "la dificultad no fue con las empresas, sino con Hacienda y las condiciones que nos impuso Montoro".

Por ello, señala que, además de los remanentes, el Gobierno local echará mano de la enajenación de bienes públicos comerciales "que no tienen el más mínimo interés" para el Concello y de los que, "en todo caso", se iban a deshacer "igual". "Tiene un gran interés público cultural un auditorio, pero ¿qué interés tiene para nosotros el hotel del auditorio?", se pregunta el alcalde y responde: "Ninguno". "Vamos a recurrir a acciones de estas características que no dañan en absoluto los servicios que prestamos a los ciudadanos", expone.

Una de las cuestiones de las que se siente "muy orgulloso" es de que se haya producido el traspaso de la infraestructura de manos de la antigua concesionaria al Concello "sin que el auditorio cerrara ni un solo día". "Era lo que más me importaba", asevera. Garantiza que se mantendrá la misma línea de programación, que califica de "muy buena", porque la empresa que la gestiona la parte cultural, subcontratada por la anterior concesionaria, "sigue siendo la misma". "Todo funciona mucho mejor, porque con el Ayuntamiento se entiende mucho mejor"añade Caballero. "El auditorio ya es nuestro, ya es un bien público y tiene un funcionamiento extraordinario", concluye.