El sur de Galicia -sobre todo, la comarca de Vigo- carece de suelo industrial disponible para grandes proyectos. Ya lo advirtió hace un año el Círculo de Empresarios de Galicia en uno de sus informes sobre competitividad, y ha quedado ahora constatado por la Zona Franca en sus negociaciones con el gigante chino Bright Food, propietario de la conservera viguesa Albo, que estudia la apertura de una macroplanta en terrenos del puerto seco de Salvaterra-As Neves, la Plisan. Solo este centro, avanzado en exclusiva por FARO, acapararía casi la mitad del suelo de la primera fase de urbanización del polígono, que no fue diseñada para acoger proyectos de esta dimensión. Pero esta carencia tiene los días contados.

El consorcio confirmó ayer que llevará al comité ejecutivo de hoy la licitación de la segunda fase de urbanización del puerto seco con un diseño de las parcelas mucho mayor, adaptado a la demanda de Bright Food pero también de otras empresas gallegas y foráneas y de sectores como la pesca, la alimentación, la logística y la industria que ya se han puesto en contacto con la Zona Franca interesándose por establecerse en el territorio. "Si no tienes suelo disponible en el momento en que lo necesitan las empresas, éstas se irán a otra parte", explica la delegada del Consorcio, Teresa Pedrosa, que reconoce contactos con inversores. "Es necesario disponer de parcelas de gran tamaño capaces de acoger proyectos empresariales de gran envergadura que ya se han puesto en contacto con nosotros y que realmente están interesados en instalarse en la plataforma logística", apostilla.

Una de esas empresas es Bright Food, que no ha encontrado encaje en la primera fase de la Plisan -que oferta parcelas de tamaño medio-, pero que mantiene un hondo interés por establecerse en el puerto seco, como avanzó este periódico. De hecho, el pasado marzo altos responsables de Bright Food, la matriz de Shanghai Fisheries, a su vez propietario de Shanghai Kaichuang -la dueña de Albo-, visitaron sobre el terreno la Plisan acompañados por Teresa Pedrosa y otros responsables del consorcio. Lo que no encontró Bright Food en esa primera fase -concebida para implantaciones con una demanda estándar de superficie, sin necesidad de grandes bolsas de suelo- lo tendrá ahora en la segunda, cuyo diseño incluirá menos viales y parcelas de un tamaño muy superior, casi a medida de sus necesidades.

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Esto responde a la idea inicial de los responsables de las tres entidades promotoras de la Plisan -Zona Franca, Puerto de Vigo y Xunta- de ir desarrollando el polígono en función de la demanda. La necesidad de urbanizar ya la segunda fase es porque en los últimos meses las tres instituciones han recibido numerosas peticiones formales de información para implantarse con solicitudes "muy diversas" en cuanto a las necesidades concretas de cada una de las empresas, fundamentalmente en lo referente a la superficie y condiciones de las parcelas que se necesitan.

La Zona Franca firmó ayer el contrato de urbanización de la primera fase de la Plisan con la UTE compuesta por Abeconsa y Xestión Ambiental y Construcciones López Cao, que supondrá una inversión de 7,32 millones de euros más IVA (1,53 millones). Con ello, el Consorcio podrá poner en nueve meses a disposición de la instalación de empresas los primeros 500.000 metros cuadrados situados al norte de la actuación que, una vez realizadas las obras de viales y demás servicios, ofrecerán una superficie neta de parcelas de unos 200.000 m2 -solo Albo precisa 70.000-. La comercialización de parcelas sale a la venta con un precio de 50 euros por metro cuadrado para los primeros 100.000 que se vendan. Las empresas también podrán acceder al suelo en derecho de superficie.