Uno de los juzgados en los que la actividad sigue sumida en la parálisis es el de Primera Instancia número 14, el que fue designado para tramitar, enjuiciar y sentenciar todas las demandas de cláusulas suelo que se registran en los tribunales vigueses desde el pasado 1 de enero. "Seguimos igual, pero con más papel acumulado", describían en esta sala, que desde que el 7 de febrero empezó la huelga no ha podido celebrar ni un solo juicio. Y, por el momento, tampoco se ha podido poner fecha a ninguno de cara a los próximos meses. La consecuencia de esto es que todos los casos de suelo hipotecario presentados en lo que va de 2018 están bloqueados -únicamente en algunos de ellos se pudo hacer alguna gestión inicial de tramitación-. Y no son pocos: entre el 1 de enero y ayer entraron al menos 859 procedimientos de esta materia bancaria. Y podrían ser incluso más, ya que todavía hay causas civiles sin registrar y repartir entre las que habría más litigios relativos a cláusulas.

La situación en esta sala contrasta con la otra dedicada a pleitos de suelo hipotecario, la de refuerzo ubicada en el Casco Vello. Este tribunal se encarga de dar trámite a los asuntos que se registraron entre junio y diciembre de 2017: en esos siete meses hubo casi 3.000 demandas. Esta juzgado bis está celebrando juicios y dictando sentencias con relativa normalidad.