"Es la segunda vez que me suspenden el juicio por la huelga de funcionarios. La primera vez perdí un vuelo, y hoy media jornada de trabajo, que me descontarán porque pedí permiso para venir. Esto no puede ser. Podían avisar con antelación de que se iba a suspender la vista, lo entiendo porque es un caso de estafa y tal vez no sea tan importante como otros, pero su huelga me cuesta a mí mi trabajo, mi dinero y mi tiempo. Entiendo que todo el mundo tiene derecho a protestar, pero podían avisar", lamenta Laura Alonso mientras introduce indignada su queja en el buzón de sugerencias de la sede judicial.

La joven explica que sufrió una estafa por Internet y presentó la correspondiente denuncia. "No tengo prisa porque se celebre el juicio, pero que no me hagan perder tiempo y dinero. Soy comercial y tengo que cubrir objetivos", lamentaba.

El "vuelva usted... ¿mañana?" que impera en los juzgados vigueses desde que hace casi dos meses los funcionarios iniciaron su huelga indefinida, hace mella ya en los usuarios, especialmente en los del Registro. Largas colas para no resolver nada y tener que volver en unas semanas provocan protestas y malestar entre los afectados.

Más de medio centenar de personas esperaban su turno ayer por la mañana. Pedían la vez como en el supermercado: "¿quién es el último?"; y comentaban con los más próximos sus casos. La mayoría eran beneficiarios sociales de la bonificación eléctrica y acudían, carta en mano para demostrar que se acababa su plazo el día 8, si bien algunos apuntaban que Unión Fenosa había ampliado el plazo para solicitar la prórroga hasta octubre a causa de la huelga de los funcionarios de Justicia.

Tras casi media hora larga de espera la cola iba avanzando. Algunos salían con cara de felicidad: "Es la segunda vez que venimos y hoy al fin nos dan la fe de vida", explicaba una mujer que acompañaba a su madre, beneficiaria del bono social.

Peor suerte corrió una mujer que acompañada de un familiar en silla de ruedas precisaba la fe de vida para cobrar una pensión en Suiza. "Tengo 90 días de plazo y me han dicho que para entonces posiblemente no haya huelga. De momento toca esperar", decía resignada. También se marchó por segunda vez sin resolver su caso una mujer que precisa el certificado para las prestaciones de viudedad: "Me dicen que si no está finalizando el plazo que vuelva otro día".

Papás novatos, algunos acompañados por los abuelos, preguntaban en la cola dónde había que inscribir a sus bebés. "El niño tiene una semana y nos dan diez días de plazo...", explicaba un joven. Una mujer, que acompañaba a su hija, indicaba que tenían que darles al menos un justificante "para poder pedir determinadas ayudas".

Los funcionarios del Registro estudian cada caso de forma que ningún usuario resulte perjudicado y pierda subvenciones o ayudas. Comprueban fechas y plazos y facilitan los certificados indispensables. Mientras, los trabajadores de los juzgados vigueses mantienen sus movilizaciones. Ayer piquetes informativos acudieron a la inauguración de la depuradora y después crearon una cadena humana en el exterior de los edificios judiciales.