Los 178 apartamentos construidos en la avenida de Samil a principios de los noventa se encuentran vacíos y sus propietarios aún no han sido capaces de despejar su futuro casi dos décadas después de recibir la primera sentencia que anulaba su licencia de actividad. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) fue el primero en pronunciarse en 1999 al concluir que el inmueble no se ajustaba al uso hotelero previsto en los permisos de edificación.

La confirmación del fallo por parte del Tribunal Supremo y la petición del alto tribunal gallego al Concello para que ejecutase el derribo pusieron el inmueble en serio peligro, pero logró sortear la piqueta gracias al amparo que le ofrecía el nuevo PXOM ahora anulado si se transformaba en apartotel. Urbanismo aprobó un plan de adaptación presupuestado en 260.000 euros que incluía la apertura de un vial interior y la creación de zonas comunes para gestionar servicios comunes como la lavandería. A día de hoy el Concello explica que no han completado los trámites y carecen de licencia de apertura.