El récord turístico que acaba de batir Vigo con más de 420.000 visitantes en 2017 no hubiera sido posible sin un "aliado" como el aeropuerto de Peinador. Y, probablemente tampoco, sin la aerolínea Ryanair. La low cost que atrajo el Concello sumó el año pasado más de 213.000 pasajeros. Dado que la mayor parte adquieren billetes de ida y vuelta, el número de personas únicas rondaría la mitad: 106.000. Por supuesto, no todos son turistas. Ni siquiera la mayoría. Según estimaciones de la propia aerolínea, la captación en origen de viajeros hacia Vigo en sus cinco rutas actuales rondaría entre el 40% y el 50%. Tomando la cifra más pesimista, supondrían casi 43.000 personas en los doce meses del año pasado. Serían suficientes para llenar todas las plazas de los hoteles de Vigo (4.235 a cierre de diciembre según el INE) durante diez días consecutivos.

Pero el impacto probablemente es mayor. Si todos se alojaran en establecimientos hoteleros, el lleno sería durante el doble de jornadas, ya que la estancia media de los turistas que se hospedan en Vigo es de dos noches.

Con estas estimaciones, parece evidente que el apoyo del Concello ha tenido un importante retorno para Vigo. De hecho, los propios responsables de los hoteles lo remarcan mes a mes como uno de los factores que han permitido cerrar un año histórico. Y las estadísticas del INE también lo reflejan: los turistas italianos, por ejemplo, se han alzado por encima de los franceses como la segunda nacionalidad en Vigo tras los portugueses coincidiendo en el tiempo con la apertura de los vuelos desde Milán y Bolonia de Ryanair. Pero también se han multiplicado -atestigua el sector hostelero- irlandeses, escoceses y catalanes gracias a las conexiones de Dublín, Edimburgo y Barcelona.

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De esta forma, Ryanair acabará en 2018 el contrato de 4,4 millones de euros rubricado con el Concello moviendo casi 600.000 pasajeros desde y hacia Vigo en tres años (en torno a 300.000 personas únicas y unos 120.000 turistas). Cruzando estos datos, y teniendo en cuenta solo a los viajeros captados en origen, la inversión quedaría amortizada con un gasto medio en la ciudad de solo 35 euros por visitante.

Pero evidentemente los vuelos también benefician a los usuarios y negocios del área de Vigo, que pueden ahorrar costes y tiempo al poder salir desde la ciudad evitando desplazamientos a Oporto, Lavacolla o A Coruña. Incluyendo a todos los pasajeros únicos (solo ida) que acabará transportando Ryanair en Vigo en sus tres años de convenio el coste por plaza ocupada se reduce a solo 14 euros, la mitad si se tiene en cuenta también la vuelta.

Plano internacional

Otro dato que demuestra el tirón de Ryanair es la evolución de los turistas internacionales en Vigo (ver gráfico). Casualmente todos los meses que funcionaron las cuatro conexiones extranjeras de la low cost (de abril a octubre) se batió el récord histórico en los hoteles. De hecho, los viajeros extranjeros se duplicaron respecto a 2015, cuando no operaba todavía esta compañía. En el resto de meses (enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre) aunque se ganaron turistas, en ningún caso se alcanzó el récord en 2017.