La Xunta y los ayuntamientos que se abastecen de Eiras tienen ya sobre la mesa una solución para paliar los efectos de la sequía y el alarmante descenso del agua de la presa, que a principios de la semana pasada se situaba ya por debajo de la marca histórica del 40%. Durante una reunión celebrada ayer entre Augas de Galicia y representantes municipales acordaron apostar por un bombeo desde el río Verdugo, captando agua en el salto hidroeléctrico de Laforet (Ponte Caldelas) y conduciéndola durante 6,67 kilómetros hasta el abastecimiento de Eiras. El coste de la obra, que según anunció la semana pasada el alcalde, Abel Caballero, asumirá el Concello vigués, asciende a 5, 48 millones.

La solución del bombeo desde Ponte Caldelas no es la única que valoraron Augas y los consistorios afectados. A finales de la semana pasada la Xunta propuso otra opción: una alternativa -también de bombeo del Verdugo- que captaría el agua en la presa Inferno y la transportaría durante 4,45 km. Al ser más pequeña esa actuación sería también algo más barata, con un coste de cerca de 5,25 millones. En ambos casos el aporte rondaría los 350 litros por segundo.

La razón de que las administraciones se decantasen por la opción de 5,48 millones es que es la más eficiente, ya que aprovecha la fuerza de la gravedad para impulsar el líquido. "Significará un ahorro muy importante en el coste de llevar el agua a la traída. Es el más razonable en el medio plazo", explicaba poco después Caballero.

Tras el acuerdo alcanzado ayer, Augas de Galicia se comprometió a enviar hoy a Praza do Rei dos propuestas de convenio: en uno sería la administración local la que ejecutaría la obra, en el otro solicitaría a la Xunta que lo haga. "Si el Concello estima que es lo más ágil, la Xunta será la que asuma la declaración de emergencia y la ejecución de la actuación, con independencia de que la vaya a sufragar económicamente el Concello", anotó el director de Augas, Roberto Rodríguez Martínez, quien garantizó "diligencia" y que "se darán todas las facilidades". Antes ya había ofrecido "máxima colaboración" la conselleira Beatriz Mato.

El plazo para finalizar las obras es de tres meses y Augas garantiza que "se pondrán todos los medios": "Se trabajaría en turnos de 24 horas, festivos incluidos, y se actuaría en varios tramos de forma simultánea". Una vez firmado el convenio -algo que Augas espera que se haga "en días"- se llevaría al Consello de la Xunta la declaración de emergencia de la obra, lo que agilizará toda la tramitación.

Caballero insistió ayer en que la obra debe iniciarse "de forma inmediata". "Vamos a dar todas las facilidades porque no queremos que se retrase ni un solo día", recalcó el primer edil olívico tras mostrar su voluntad de firmar el convenio "de forma inmediata". Sobre la financiación del bombeo, Caballero reiteró la disposición del Ayuntamiento a hacerle frente. "Vamos a asumir los costes que no asuman otras administraciones. Si alguna administración abandona la traída de agua a esta ciudad y no coopera, lo asumirá Vigo, pero quedará claro que no quieren cooperar y que tiene que ser la ciudad la que debe hacerse cargo una vez más de todo el coste de un trasvase de esta magnitud", recalcó el regidor.

Rodríguez Martínez recordó que el viernes la Xunta ya trasladó su "disposición a colaborar financieramente" en el bombeo, aunque insistió en que el abastecimiento de agua es competencia local. También aseguró que "esta u otra obra se debería haber planificado con mucha antelación". "El Concello está prácticamente en las mismas condiciones que en 2011", zanjó el directivo autonómico.

Caballero insistió también en la importancia de reducir el caudal ecológico de Eiras y aseguró que "desde hace días" se dan "todos los requisitos" para adoptar esa medida. "Estamos tirando al mar las tres cuartas partes del consumo de la ciudad, es un disparate", lamentó el alcalde. Augas, a su vez, asegura que "en días" se conocerá la resolución de los técnicos sobre esa propuesta. El organismo gallego ya dispone del informe de Cangas. Ayer asistieron a la reunión, entre otros, los primeros ediles de Baiona, Soutomaior, Cangas y Fornelos. En representación de Vigo acudió la concejala de Urbanismo.

Para atajar la sequía, el Consorcio de Augas do Louro -Mos, Porriño, Salceda y Tui-, ha instalado válvulas para reducir la presión del agua en zonas de los municipios. La medida se suma a otras ya adoptadas para minimizar las pérdidas.