Varios alumnos aprovecharon el acto de bienvenida para quejarse por la "injusticia" que les supone no tener descuentos ni el aparcamiento ni en la cafetería, mientras que sus compañeros de Santiago sí tienen precios subsidiados. Rubial les explicó que el personal contratado del Sergas cuenta con una reducción de tarifas del 33%, tanto para aparcar el coche como para consumir en el bar, pero puntualizó que no es extensible a los estudiantes. Por ello, les conminó a presentar sus demandas ante la USC.

El coordinador de Docencia del Grado, doctor Fernández Lorenzo, se mostró de acuerdo con la reivindicación y se comprometió a trasladarla al decano en funciones de Medicina y también ante el Vicerrectorado de la USC. Pero adelantó que no será sencillo conseguir algún tipo de compensación.

La delegada de los alumnos tampoco confía en que desde Santiago lleguen soluciones, por lo que aboga por negociar directamente con los responsables de la cafetería una bajada de los precios. Si no, muchos se verán obligados a tirar de fiambrera.