Al comienzo de cada curso, Sonia El Hakim siempre plantea a sus alumnos la duda de si ocultar la verdad también es mentir. "Lo es, porque intentas deliberadamente que la otra persona no conozca la realidad de los hechos", sostiene. Pero percatarse del engaño o evitar falsas suposiciones no resulta sencillo, advierte.

"Los tics se producen cuando está nervioso porque está mintiendo o porque se ha equivocado, como le ocurrió en el speech final del debate electoral. Se tropezó con una palabra y se puso nervioso, ahí no cabe sospechar que mintiese", explica.

Otro político que está acostumbrada a analizar es Trump. "Podría hacer un curso solo sobre él", bromea. "Cuando da la mano se lleva a la otra persona hacia él, esto denota autoridad y voluntad de marcar la dominancia. Y ya no es que mienta, sino que es muy agresivo e impulsivo. No reflexiona las decisiones, carece de templanza y adolece de mucho neuroticismo. Se lo toma todo por el lado emocional y enseguida se enfada. Y esto con la responsabilidad que tiene puede ser un problema", reflexiona.