Las mejoras en la red de distribución, un mayor control de las fugas, las recientes humanizaciones y el aumento de la concienciación de los usuarios domésticos y las industrias han permitido a Vigo reducir de forma notable su consumo de agua. El volumen suministrado a la red por parte de Aqualia para satisfacer todas las necesidades del municipio se ha reducido un 13% con respecto a hace cuatro años. Este porcentaje se traduce en 4 millones de m3 anuales que la ciudad deja de gastar y quedan en los embalses.
Esta tendencia a la baja tiene reflejo también en el dato de consumo medio por habitante y día. En 2015 se cerró en 124,42 litros. Los vigueses consumen menos agua que la media nacional, dato que el presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) situó en 139 litros en el ejercicio 2015. El último balance del INE es de 2013 y entonces era de 130 litros. En lo que coinciden ambos informes es en apuntar una mayor eficacia en la gestión de los recursos hídricos por parte de las grandes ciudades, que son las que más están recortando sus consumos de agua.
Vigo se enmarca claramente en esta tendencia de ámbito nacional. El gasto medio por habitante y día tocó fondo en 2013 con 122 litros y en los últimos dos ejercicios ha repuntado ligeramente hasta los citados 124,42. Pero el agua que precisa la concesionaria para satisfacer la demanda de los hogares, la industria y el Concello de forma conjunta es cada vez menor gracias a cambios en la gestión del servicio. Un control más eficaz de los 1.000 kilómetros de canalizaciones les permiten cubrir las necesidades con menos aporte de recursos. Y estas mejoras coincidieron además con un cambio de tendencia en los hogares y la industria que empieza a apostar por el reciclado de agua para ahorrar.
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En el año 2015, último ejercicio cerrado, los datos facilitados por el Concello cifran en 25,5 millones de m3 el volumen total de agua consumida por la ciudad frente a los 28,1 millones de 2013 y los 29,5 millones de 2011. La mejora es sustancial. Se ha logrado un 13% de ahorro en apenas cuatro ejercicios que el gobierno local y Aqualia atribuyen a varios factores. A la continua renovación de la red que permiten las humanizaciones hay que sumar la aplicación de un sistema de telecontrol de datos, la colocación de contadores inteligentes en dependencias municipales, la reducción de las presiones nocturnas, la división de la red en sectores, un plan preventivo para localizar fugas y una vigilancia específica en redes de "especial seguimiento".
Pero todas estas mejoras dieron sus frutos porque también fueron acompañadas de una mayor concienciación de los ciudadanos "que están contribuyendo a un consumo sostenible", apuntan fuentes municipales. Campañas de sensibilización por parte de las administraciones y electrodomésticos más eficientes están cooperando de forma efectiva para reducir el gasto de los hogares vigueses, que en la actualidad representan el 68,30% de todo el consumo de agua.
Se estima que una ducha de cinco minutos precisa unos 90 litros frente a un baño que puede llegar a los 300. El lavavajillas supone otros 30 litros de media, una lavadora entre 50 y 70 en función de su capacidad y lavarse los dientos sin cerrar el grifo durante un minuto y medio supera los 15 litros.
El segundo consumidor de agua en Vigo es el sector industrial, al que se envía un 19,20% de los recursos. Fuentes de la concesionaria destacan que en los últimos años actividades muy intensivas en consumo de agua han realizado grandes esfuerzos por reutilizar agua dentro de la cadena de producción. También se han apretado el cinturón en dependencias municipales, que representan un 12,5% del gasto y donde se han instalado contadores inteligentes que permiten un estudio detallado del comportamiento de cada punto de suministro y posibilitan además la detección de fugas para evitar cortes en el riego o en los pabellones deportivos.
Alcabre batió su propio récord en julio
- Tener la red de suministro dividida en 26 sectores permite a la concesionaria evaluar por separado los niveles de demanda de cada zona del municipio. De forma invariable, Alcabre repite todos los años como el sector con mayor coeficiente punta, un índice que emplea Aqualia para determinar el ámbito en el que se registran más variaciones entre los meses de invierno y verano. Por el contrario, la zona centro de Vigo es la que presenta unos consumos más estables durante todo el año.El caso más extremo en el municipio es el de Alcabre, con un consumo medio mensual de 121.804 m3 a lo largo de 2016. Sus cifras oscilan enormemente entre los 87.801 m3 que gastó el sector en febrero y los 208.695 del pasado mes de julio, el más caluroso de la última década. Zona de segundas residencias con muchas piscinas repercute el cambio de hábitos de los vigueses durante las vacaciones hasta el punto de duplicar su consumo medio. El dato logrado este pasado julio es muy elevado incluso comparándolo con el mismo mes de años anteriores. En 2015 se registró una demanda de 198.848 m3 y en 2014 fueron 200.666 m3.De forma conjunta, el día que la ciudad abrió más el grifo este año fue el 29 de julio. En 2015 el mayor pico de demanda fue también un 18 de julio, pero estos saltos puntuales no significan que se gaste mucha más agua en los meses de verano, porque el aumento de la presión en las zonas de costa en julio y agosto se compensa con el parón de la industria.
