El proyecto del Concello para rescatar del olvido la antigua muralla que rodeaba la ciudad entre San Sebastián, el límite con O Berbés, A Laxe y Carral, construirá un relato histórico, basado en un estudio a fondo de la documentación existente y los hallazgos de los restos, sobre el devenir de Vigo durante los más de dos siglos en los que el recinto defensivo estuvo en pie: desde 1656 hasta la segunda mitad del siglo XIX.
El departamento de Patrimonio Histórico municipal ya tiene perfiladas las líneas generales de la puesta en valor de la antigua muralla. La acción principal será marcar su trazado en las calles y señalizarla con puntos de información para que la conozcan los ciudadanos. Para ello ya ha sido encargado un estudio sobre su recorrido y evolución, a fin de determinar con exactitud el itinerario.
Parte de la antigua muralla de Vigo // J.Lores
Pero además se analizará el contexto para proporcionar una vista de la ciudad a través de la muralla. "Ilustrar la parte desaparecida de este sistema defensivo completaría la imagen de la ciudad en época moderna y permitiría explicar su interacción con el vecindario, pues es en la muralla desaparecida donde más estrechamente se establecía", recoge el informe de Patrimonio al efecto, para añadir, como finalidad, que se "muestre su dimensión cultural, enseñando a percibirla en el callejero actual, descubriendo a los vecinos sus múltiples sentidos y su interés en el devenir social, económico e histórico de la ciudad; y haciendo evocar en ellos la experiencia de vida en una ciudad cercada".
Así, entre otros aspectos se examinaría la relación del recinto con otros elementos importantes como la antigua cárcel y el mercado, así como con acontecimientos como la Reconquista o epidemias, ejemplifica el documento técnico.
Parte de la antigua muralla de Vigo, descubierta en 1994 // J.Lores
"App" y espacio en el museo
Con el desarrollo del proyecto se concretaría el modo de divulgación. Los técnicos citan como posibilidades la confección de cartelería, folletos, una app o la inclusión de una sala específica sobre la muralla en el museo de la ciudad.
Esta sería la fase final del plan, junto con el pintado y señalización del trazado a pie de calle. Previamente los técnicos apuntan que es necesario identificar los elementos que hayan sobrevivido; revisar su estado de conservación y proponer medidas para su mantenimiento; conocer su sistema constructivo, examinar elementos que remitan a su presencia (como el callejero); y profundizar en la evolución histórica de la urbe esos dos siglos.
