La gripe y las enfermedades respiratorias, que obligaron a desdoblar una media de 70 habitaciones en el Álvaro Cunqueiro en el mes de febrero, ya han dejado de dar la lata. Sin embargo, esta semana, el hospital ha vuelto a recurrir a las supletorias para poder atender a las decenas de pacientes que esperaban en urgencias a ser ingresados. Ha colocado 48 en cuartos pensados como individuales.
En la tregua que dan estas enfermedades, lo que ha elevado la ocupación en planta es la actividad en quirófanos. La Gerencia ha incrementado en un 30% las sesiones de tarde -que se pagan como horas extra y se conocen como "peonadas"- para reducir las listas de espera.
El Sergas también atribuye los desdoblamientos de habitaciones a un aumento del porcentaje de urgencias que requieren ingreso. En cambio, el personal del servicio asegura que no han percibido ese incremento y asegura que recibieron menos casos de lo habitual. De hecho, destacan que eso fue lo que "salvó" al departamento de colapsarse, ya que los pacientes que requerían ingreso "no drenaban" a planta. Los profesionales recuerdan que se prometió que con el nuevo hospital no iban a tener ese problema, ya que habría suficientes camas en hospitalización. No es que no las haya -hay posibilidad de aumentar las 750 operativas hasta las 1.038-, es que el complejo es "lento" a la hora de habilitar las supletorias. Ayer, amanecieron con 32 enfermos pendientes de ingreso y el miércoles, con 44. CCOO ve "lamentable" esta situación tras la "millonaria" inversión.
