Asumió la dirección del Campus del Mar en 2009, un año antes de obtener el sello de excelencia y, tras el cambio de gobierno, se encontró con el abandono del ministerio. A pesar de ello, él y su equipo han logrado establecer unos cimientos que garantizan el futuro del proyecto aunque el próximo Ejecutivo decidiese cancelar el programa.

"Todos los campus del país, excepto uno, han decidido continuar pase lo que pase, así que será porque algo positivo le han visto al programa. Si en todo este tiempo solo hubiésemos estado pendientes del ministerio llevaríamos varios años parados, pero hemos seguido trabajando", destaca Fernández.

Hasta que no se decida el futuro de los agrupamientos tampoco se puede determinar la personalidad jurídica que asumirá el Campus del Mar tras esta primera etapa. "Hay que esperar a que se clarifique el panorama porque si finalmente se relanza el programa el escenario y las decisiones cambian. El consejo rector se reunirá en Vigo a finales de año para decidir si se sigue, y ahí la respuesta será que sí, y de qué manera", plantea.

También confía en que todos los socios de la universidad viguesa continúen adheridos, aunque la fórmula pueda implicar el pago de cuotas. "Yo percibo interés y en principio su idea es seguir".

Por ahora, los responsables del Campus del Mar centran sus esfuerzos en la evaluación final, cuyos resultados preliminares se conocerán en noviembre, y en ultimar proyectos enfocados a la transferencia y el emprendimiento, las TIC en el mar y la observación del océano en convocatorias que contemplan la colaboración con Portugal, Francia, Inglaterra e Irlanda.