Arrancan las obras de reforma en la planta quinta del Hospital Povisa para habilitar a principios de otoño 22 nuevas habitaciones y dos salas de espera. El director de Servicios Generales, Alfonso Pimentel, explicó ayer que el centro mantendrá su operatividad en todo momento y no será necesario reprogramar la actividad quirúrgica. "Se hace coincidir la obra interior con el verano para aprovechar la menor carga asistencial y lo que hacemos es ir reubicando a los pacientes de las unidades afectadas en otras áreas libres para que en ningún caso convivan con los trabajos", señaló ayer por la mañana.

Las primeras semanas se invirtieron en la instalación de un "complejo" andamio de 22 metros de altura y 3.500 m2 de superficie que va anclado a una fachada con numerosos salientes y ya en las últimas horas se inició la rehabilitación de la quinta planta, donde se gana espacio de hospitalización con habitaciones y baños más grandes y dos salas de espera en los extremos con vistas a la ría. Justo debajo, en la planta cuarta, se ganan en las dos alas otras dos nuevas salas de espera.

"Tenemos ocho habitaciones cerradas y a todos los pacientes ubicados. El inicio de la reforma no se ha notado en absoluto", puntualizan desde el centro sanitario, que prevé la entrega de la obra de la quinta planta para la primera semana de octubre y que su fase final se solape ya con la reforma de la fachada y la construcción de un nuevo hospital de día en la planta baja hacia la calle Zaragoza. "Pasaremos de 12 a veinte puestos, se incrementará el espacio y la seguridad con un control de enfermería central", destaca Pimentel. La obra emplea a setenta personas y su fase final será el cambio de fisonomía exterior del hospital. Se suprimirán los salientes de la planta baja de la fachada para que quede una superficie plana que se recubrirá con mármol negro. Está previsto extender esta nueva imagen a la entrada principal y la fachada de la calle Barcelona.