"De no ser por el tiempo inestable estaríamos celebrando un agosto histórico". Con esta frase enfatizaban ayer desde un céntrico hotel la "excelente" demanda, así calificada por los principales establecimientos de la ciudad, registrada en un mes donde la errática meteorología hizo incluso temer una espantada de clientes. No fue así, y la ocupación hotelera estuvo por encima de las expectativas manejadas por el sector, situándose en torno al 90%. Entre las causas de este más que satisfactorio balance, los hoteles consultados por este periódico señalaron el tirón turístico de Cíes, eventos como O Marisquiño y unas tarifas "muy económicas".

A finales del pasado julio, el sector hotelero de la ciudad se atrevía a pronosticar un agosto con un 70% de ocupación, apenas 10 puntos más que el mes anterior. "Como mínimo", señalaba entonces el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Pontevedra (Asehospo), César Sánchez-Ballesteros. Esa discreta previsión de demanda tenía su explicación. Aunque en la última quincena de julio la afluencia de huéspedes había experimentado un empujón, la primera arrancó tan mal, a causa de la climatología, que los hoteles cerraron el mes con una media del 60% de su capacidad vendida.

Por esa "floja" ocupación provocada sobre todo por el inestable tiempo de julio los hoteles no se aventuraban a pronosticar para el siguiente mes una afluencia nada extraordinaria. En cambio, los porcentajes ofrecidos ayer desde importantes establecimientos confirman lo que definen como un agosto "excelente". Desde el Bahía o Ciudad de Vigo, que registraron una ocupación del 78%; al AC o el Pazo de los Escudos, con un 84% y 85%, respectivamente; hasta el Silken América, con un 94%, o el NH Palacio de Vigo, con un 98%. "Y hubo días que estuvimos al 100%", resaltaban desde este último hotel.

Como la comercialización de las camas se efectúa mayoritariamente a través de su reserva por internet están más expuestas a la cancelación en caso de previsión de mal tiempo. En cambio, ninguno de los hoteles consultados sufrió una anulación de habitaciones en número tan importante como para atribuirlas al factor meteorológico. Y esto les permite ofrecer otra lectura sobre el perfil de su cliente: "Quien se aloja en Vigo sabe que de toda Galicia será donde haya mejor tiempo, pero no hay garantía de sol", argumentan desde otro importante hotel.

Sondeos realizados por las oficinas de Turismo de Vigo ya reflejaban que el visitante tipo de la ciudad busca algo más que el sol. Si así fuera, los hoteles a duras penas ocuparían la mitad de su aforo en época estival. Porque teniendo en cuenta los registros de Meteogalicia, el verano comenzó a asomar en Vigo, en cuanto a temperaturas se refiere, a partir del 25 de julio, siendo el 30 el único día de este mes que el termómetro superó los 30 grados. Y en agosto ocurrió otro tanto de lo mismo. Solo hubo una jornada en la que el mercurio rebasara esa barrera, el día 17, con 31º, según el departamento autonómico.

¿Qué es entonces lo que atrae a los turistas aun a sabiendas que la climatología puede chafarles el tradicional plan de chapuzón y toalla? Sánchez-Ballesteros apunta al archipiélago de Cíes -"todo el mundo quiere visitar las islas", resume- y la ubicación geográfica de Vigo. "Alojarse en esta ciudad te permite hacer rutas de un día para visitar las principales localidades del entorno, como Baiona, o desplazarte hasta Santiago", explica.

En este "agosto muy bueno", el presidente de Asehospo subraya también la influencia de O Marisquiño. Este evento de cultura urbana y deportes extremos que se celebró entre el 8 y el 10 de agosto "atrajo a una pasada de gente". "Mueve muchísima afluencia. En nuestro hotel, el Bahía, llegaban madres con niños de 14 o 15 años para ver el espectáculo", destaca.