Fue una de los principales motivos que llevó a los magistrados a manifestarse incluso en la calle para mostrar su malestar con el ministro Alberto Ruiz Gallardón. Y no ha tenido que transcurrir demasiado tiempo para que la realidad haya acabado por darles la razón. Un juzgado Social de Vigo lleva dos días sin juez como consecuencia de la reforma que elimina a los magistrados sutitutos. Una enfermedad de la titular ya obligó el martes a aplazar los 14 juicios previstos para ese día al no haber nadie que supliese a la magistrada, que ayer aún no se había podido reincorporar, lo que provocó que la sala sumase su segundo día sin juez al mando. Y se ignora lo que ocurrirá hoy, cuando este tribunal vuelve a tener en su agenda otra quincena de vistas orales, que correrían el riesgo de tener también que aplazarse si persiste la dolencia de la titular y ningún colega puede sustituirla.

La LO 8/2012 supone la práctica desaparición de los jueces sustitutos -en la provincia de Pontevedra las suplencias recaían en una bolsa con una veintena de profesionales- y obliga a los magistrados titulares a sustituirse entre sí durante bajas, descansos o vacantes que no superen los 15 días. Las suplencias se harán entre compañeros de jurisdicción -con alguna excepción en la que no es posible-, pero desde un primer momento los jueces alertaron de que este sistema sería "inasumible" por la carga de trabajo que ya tienen. Y así ha sido, ya que ya han comenzado a detectarse los primeros problemas antes incluso de que el plan de sustituciones aprobado en febrero en junta de jueces haya sido refrendado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La primera señal de alarma se remonta a febrero. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer cogió dos días de permiso y debía suplirla la magistrada del juzgado de guardia, sala donde la carga de trabajo suele ser muy elevada. Las consecuencias de no poder recurrir a un sustituto fueron que hubo que suspender declaraciones programadas a víctimas de maltrato, denunciados y testigos.

Y esta semana la problemática quedó en evidencia en el Juzgado de lo Social número 3. El martes había previstos en esa sala 14 juicios laborales de materias como despidos, invalideces, reclamación de cantidades por parte de trabajadores y, en un caso, una impugnación de alta médica. Pero la titular no pudo acudir - "Se suspenden los juicios de hoy por enfermedad de la juez titular de este juzgado", rezaba un cartel en la puerta de la sala de vistas- y hubo que suspenderlos con demandados, demandantes, testigos y abogados a las puertas del juzgado. No había juez sustituto y tampoco, por razones que no trascendieron, se llevó a cabo la sustitución natural entre compañeros de jurisdicción. Esta sala tiene fijadas para hoy otra quincena de vistas y en el juzgado se ignoraba ayer si se podrán llegar a celebrar.

Problemática

Los jueces llevan meses advirtiendo de la situación. "No podemos llevar dos juzgados a la vez", dicen, alertando de que cuando suplan a un compañero, solo podrán asumir diligencias urgentes ya que deben seguir atendiendo su propio tribunal. Y en los juzgados laborales, por ejemplo, la carga de trabajo de sus magistrados está muy por encima de los ratios que aconseja el Poder Judicial.

La labor de los jueces sustitutos no era anecdótica. Según datos de 2011 del CGPJ, estos profesionales interinos dictaron en Galicia hasta un 25% de las sentencias globales por ejemplo en las jurisdicciones de lo Social o la Contenciosa.