El 17 de diciembre de 2001 se ponía en marcha en Vigo la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. La sala que con los años ha llegado a convertirse en la más colapsada de España en su materia nacía con el objetivo de paliar el atasco que sufría en esa época la Sección Quinta, que a finales de aquel 2001 acumulaba más de 1.300 asuntos pendientes de resolver. Pero el paso del tiempo ha afectado de forma muy diferente a las dos salas de la Audiencia que tienen su sede en la ciudad olívica. La Sección Quinta, especializada en causas penales, funciona en la actualidad a buen ritmo y aunque la última memoria arrojaba que tenía 367 casos pendientes, sus magistrados tardan menos de cuatro meses en resolver los pleitos que caen en sus manos. Distinta es la situación que se vive en la Sección Sexta, que solo asume asuntos civiles: el número de recursos que se encuentran a la espera de recibir una solución judicial supera los 1.600 y la demora media de resolución de estos casos se sitúa en los 18 meses, llegando incluso a alcanzar los dos años.

La pasada semana trascendía que los magistrados de las tres salas civiles de la Audiencia Provincial con sede en Pontevedra y Vigo acordaron por unanimidad solicitar la creación de la Sección Séptima en la ciudad olívica al considerarla "imprescindible". La demanda ha sido planteada al Ministerio de Justicia, al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a la Xunta y al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El Poder Judicial ha señalado que por el momento no ve necesaria esta nueva sala para Vigo –sí apoya que se dote a la Sección Sexta con un quinto magistrado–, pero el presidente de la Audiencia Provincial, Francisco Javier Menéndez Estébanez, garantizó que "hará lo necesario" para lograrla.

Si hay un dato que pone de manifiesto el colapso que sufre la única sección civil de Vigo, ese es el de los asuntos pendientes de resolver, una cifra que no ha dejado de crecer: este 2010 experimentó por primera vez en mucho tiempo un ligero descenso. De los 286 casos pendientes con los que la sala cerró el año 2002 se ha pasado a los 1.608 que había registrados este pasado mes de septiembre, lo que significa que el número se sextuplicó en este período que comprende los nueve años de funcionamiento de la Sección Sexta.

Una análisis pormenorizado de la evolución de la pendencia de este tribunal evidencia que los casos sin resolver empezaron a dispararse a raíz de que la sala se especializase en materia civil en diciembre de 2004. La incorporación de un cuarto magistrado en 2005 no evitó un colapso del que venía advirtiendo desde hacía tiempo la judicatura viguesa. En la actualidad la sección cuenta con dos jueces provisionales de refuerzo, una solución que magistrados, abogados y procuradores califican de "parche". "Hace falta otra sala", coinciden.