"En invierno trabajamos en un iglú, y en verano en una sauna". La respuesta de un trabajador de la ventanilla de pagos a proveedores en el área de Tributos del Concello a la pregunta sobre sus condiciones laborales resume el sentir de muchos de sus compañeros. Y es que la avería de un transformador, de 35 años de antigüedad, ha reabierto el debate sobre la situación en la que se encuentra el edificio consistorial.

Los funcionarios recuperaron ayer su jornada laboral habitual, después de que el miércoles un decreto de urgencia les autorizara a salir una hora antes de lo normal debido a las "insoportables condiciones", en palabras del propio alcalde, Abel Caballero. A pesar de ello, la situación en el consistorio era la misma que el miércoles, ya que la avería en el transformador todavía no estaba solucionada.

La imposibilidad de conectar el aire acondicionado debido a este percance provocó que las temperaturas rozasen los 40 grados en algunas zonas, como en la lonja, donde los pocos ciudadanos que esperaban para realizar algún trámite debían hacerlo bajo el sofocante calor, que se acrecentaba por su cierre acristalado.

En el resto del edificio la situación era similar, aunque por zonas, ya que algunas de las oficinas disfrutaban de aire acondicionado, como Recursos Humanos. El sistema de refrigeración es más arcaico en otros espacios, como en Tributos, donde una funcionaria se quejaba de que la única solución que se les proporcionó para combatir las altas temperaturas fuese un abanico.

Esta zona del concello es la que provoca más reclamaciones por parte de los trabajadores, que denuncian la falta de remodelaciones y climatización adecuada."Somos conscientes de que hay gente que trabaja en circunstancias mucho peores, al sol, pero no por eso tenemos que dejar de defender nuestros derechos", puntualizaba una de las funcionarias de Tributos, que prefirió reservar su identidad.

En la Concejalía de Igualdade la situación era diferente. "Nos sentimos privilegiados", confesaba otra trabajadora, también celosa de su anonimato. Pero no por trato de favor, ya que tampoco existe instalación del anhelado aire acondicionado, sino por la orientación de la oficina. "Aquí no da el sol en todo el día, y tenemos una ventana amplia, así que se soporta bien el calor", admitía.

Esta situación no es nueva en el ayuntamiento, como asegura Carlos Igrexas, representante sindical:"Hace mucho tiempo que se produce esta circunstancia, pero en situaciones extraordinarias como ésta [refiriéndose a la ola de calor], el tema explota".

El causante de las altas temperaturas que se producen en la torre de Praza do Rei es uno de los dos transformadores eléctricos del consistorio, que debido a su antigüedad y baja potencia, se sobrecalentó este martes.

Por esta razón, tan sólo algunas áreas concretas tienen autorización para encender el aire acondicionado, como la emisora de la Policía Local, el servicio de Informática o el Laboratorio. El resto que cuentan con este sistema deben mantenerlo apagado para evitar un nuevo colapso.

La avería debería estar solventada hoy, según Emilio Iglesias, Jefe del servicio de Electromecánicos. La reparación consiste en la descarga de parte de la potencia al transformador de alumbrado, que es más potente, y la ventilación forzada del recinto. Con estas medidas se tendría que recuperar la normalidad, pero sólo de manera provisional. Iglesias avisa que es necesario que en los próximos presupuestos haya una partida para cambiar los transformadores.