Los expedientes que se apilan sobre la amplia mesa de la biblioteca de la Audiencia Provincial son el más claro ejemplo del colapso que sufre la Sección Sexta, la sala civil de estas características más atascada de España. Este órgano judicial, que acumula la friolera de casi 1.800 asuntos pendientes y que tiene una demora de hasta dos años en la resolución de recursos, se ha visto reforzado esta misma semana con dos magistrados en comisión de servicio que durante un período inicial de seis meses –que puede prorrogarse a un año– se unirán a los cuatro jueces titulares para intentar dar salida al ingente volumen de trabajo. Una misión imposible, a juicio de los propios magistrados que conforman la sección, quienes opinan que esta medida de refuerzo es un "parche tardío" que no resolverá el problema. Por este motivo, los juristas demandan la creación de una nueva sala que, igual que la actual, esté formada por cuatro jueces titulares, lo que supondría duplicar las plazas actuales y alcanzar así los ocho magistrados.

"La medida de refuerzo supone un alivio, sólo eso; pero no es el remedio definitivo", afirmaba ayer uno de los magistrados de esta sala. ¿La razón? A día de hoy, la Sección Sexta ya acumula en sus estanterías casi 1.800 recursos sin resolver. Pero los dos jueces en comisión de servicios sólo podrán dar salida durante los próximos seis meses en torno a los 250 asuntos. Si finalmente el refuerzo se prolonga durante un año, la cifra no superará los 500. "Y durante todo este tiempo seguirán entrando asuntos, eso no hay que olvidarlo; podremos recortar pendencia, pero ni de lejos nos pondremos al día en un solo año", advierten los magistrados, que ponen como ejemplo que sólo en los primeros cinco meses de este 2010 el número de casos nuevos que entraron ya se sitúa en torno al medio millar.

La solución definitiva, a juicio de los integrantes de la única sección de Vigo especializada en materia civil, no debe ser otra que la que ya vienen reclamando desde hace años los colegios oficiales de abogados y procuradores: crear la Sala Séptima. De esta manera, habría dos secciones "de facto". Y no sólo eso. Aunque cada uno de estos tribunales suele estar formado en condiciones normales por tres magistrados, los juristas estiman que en el caso de Vigo cada una de las dos secciones debería estar compuesta por cuatro miembros –en la Sección Sexta ya hay este número de jueces titulares–. Así funcionan por ejemplo los tribunales de ciudades que también tienen una gran actividad en materia civil, como Madrid o Barcelona.