El Casco Vello sabe a tapas

Irse de tapas por el Casco Viejo es, durante este mes, convertirse en exigente jurado de degustación. Veintiún locales, desde la Puerta del Sol hasta Teófilo Llorente, participan en la cuarta edición de este concurso en el que los clientes tienen la última palabra sobre cuál es la mejor propuesta.

Y todas son ingeniosas y apetecibles: desde un "Brebaxe de fidelidade" a base de almendras, a la receta de paté sefardí que "se dice que tomaban los traductores de la Escuela de Toledo para resistir largas horas trabajando a la luz de las velas", cuenta Ádega Roel, en Mamá Oko.

Este año se incorporan novedades "la degustación sólo se ofrecerá de lunes a viernes, para evitar las aglomeraciones que se registraban años pasados los fines de semana y se incorpora un jurado, aunque el resultado definitivo lo darán los votos que deposite la clientela", explica Itos Domínguez, presidenta de la Asociación de comerciantes y hosteleros del Casco Vello. Además se "liberalizó el precio de las tapas, ya que no todas tienen la misma elaboración, ni los mismos ingredientes"; todas oscilan entre uno y tres euros.

Para convertirse en jurado existe un único requisito: probar, al menos, doce de las propuestas, "así conseguimos una votación más democrática y se evalúa con conocimiento de causa", señalan los propietarios de los establecimientos, que van sellando el cupón tras la visita. Además devenir catador tiene premio: estancias en La Toja, lotes de vino y cheques para comprar en Vigovello.

El pasado año se registraron más de 3.000 votos y el éxito fue rotundo. "Cada año se incrementa el número de locales que participa y los hosteleros se implican cada vez más en la preparación, aunque en un principio la idea, pionera, fue la de atraer gente al barrio", asegura Domínguez. Pues que gane "la mejor".