El profesorado y el resto de la plantilla de la Escuela de Artes e Oficios, unos 40 trabajadores, han tardado poco en movilizarse contra la propuesta del alcalde, Abel Caballero, de instalar allí la Biblioteca Pública del Estado y trasladar el centro a otro lugar en el entorno. La protesta duró unas horas, hasta que intercedió la concejala de Educación, Laura López Atrio, aunque anunciaron que tomarán otras medidas. A las doce del mediodía de ayer celebraron una asamblea, y una hora y media después salieron con el acuerdo de suspender las clases de forma indefinida. Durante las primeras horas de la tarde apenas hubo actividad, y los alumnos que acudían a las aulas respaldaron la medida. A las seis López Atrio se reunió con los docentes, expuso la postura municipal, y pidió que no se tomasen medidas que pueden deteriorar la imagen de la institución. La plantilla accedió a reanudar las clases, aunque sus portavoces avanzaron que habrá otras iniciativas como una recogida de firmas o el envío de una carta a la ministra de Cultura.

El teniente de alcalde, Santiago Domínguez, no sólo avaló la ubicación de la Biblioteca en la escuela, sino que la calificó de “decisión de todo el gobierno municipal”. Afirma que es “el lugar adecuado”, que la dotación “debe estar en un edificio céntrico y noble”, y recalcó que las clases continuarán en un lugar “digno, con todas las garantías”.

Las clases pararon tanto en Artes e Oficios como en la Escuela de Música Tradicional, segregada aunque en el mismo edificio. Suman entre todas las modalidades de enseñanza 1.200 matriculados. Los profesores emitieron un comunicado a mediodía en el que pidieron al alumnado que siguiese presentándose en las aulas y talleres para tomar nuevos acuerdos, y convocaron una asamblea conjunta para mañana a las seis. “Es descabellado sacar de aquí la escuela. Supondría la desaparición del centro, y hay edificios nobles atractivos como el antiguo Rectorado o Cluny”, defendió Xosé Feixóo, jefe de estudios. El representante en el organismo autónomo, Eduardo Álvarez, mantuvo que el cambio vulnera las condiciones del legado de García Barbón, que donó el edificio en 1904 para dedicarlo a la formación del obrero y la mujer. “Si no se da clase a los trabajadores, los herederos podrían reclamarlo”, argumentó.

Los docentes, junto a los alumnos que iban llegando a primera hora de la tarde, se concentraron en varias aulas. “Estaba premeditado. El legado de García Barbón es para todos los vigueses, y lo quieren enterrar”, expuso Marisa Eiroa, matriculada y delegada de Pintura.

El colectivo anunció reuniones para adoptar nuevos acuerdos. Serán “medidas para que no se pierda el edificio y se mejoren sus dotaciones”, avisaron.

Apoyo del BNG

Los socios de gobierno se mostraron unidos en la propuesta de instalar allí la Biblioteca. El teniente de alcalde respaldó la propuesta del regidor y señaló que la ubicación elegida es un lugar “adecuado”, ya que considera que debe estar en un edificio “céntrico y noble”. Incidió en que la idea del traslado es una iniciativa del gobierno local y calificó de “necesaria” la apertura “cuanto antes” de la Biblioteca, para lo que abogó por hacer “todos los esfuerzos posibles”.

Asimismo, comprometió que la Escola de Artes e Oficios se mantendrá “con todas las garantías” para alumnos y maestros, y recordó que el lugar al que se trasladará lo deberá determinar la Concejalía de Educación. “No tenemos, de momento, idea de dónde se llevará, pero las actividades se mantendrán en un lugar digno y apropiado”, sentenció el líder nacionalista, al tiempo que recordó la regularización realizada durante el pasado año en la institución académica.