Los moteros se rebelan y siguen aparcando las motos sobre la acera. Para la mayor parte de los usuarios de motocicletas el aparcamiento para sus vehículos en la ciudad es escaso y la prohibición de aparcar estos vehículos sobre la acera, "indignante".

Durante toda la jornada de ayer, y tres días después de que se colocaran las señales que prohíben expresamente el estacionamiento en el Progreso, María Berdiales, Urzáiz, Marqués de Valladares o la Alameda, eran numerosas las motos que se encontraban aparcadas a lo largo y ancho de las aceras de estas calles.

Los motoristas se quejan de la falta de aparcamiento para ellos, y la ampliación de 50 plazas para motos en las inmediaciones de las calles en las que se ha restringido el estacionamiento les resulta una medida "irrisoria". Joaquín Pérez, uno de los usuarios que ayer "se hizo" con hueco en la acera de la Alameda, expresaba su malestar con la medida y denunciaba que "en aceras tan grandes como ésta se podrían habilitar plazas para motos, pero no hay ninguna y es una pena; en ciudades como Barcelona, con aceras de este tipo sí las aprovechan para facilitar aparcamiento".

Algunos dudaban de la eficacia de la medida. "Vigo está superpoblado de motos y si no pueden habilitar sitios para todos, no veo el motivo de que sea tan rápida la prohibición", consideraba Antonio García.

Por ahora, los moteros tienen claro que seguirán aparcando en la acera.